La nueva realidad religiosa del País Vasco

Secularización y pluralidad social, las causas de que sea cada vez menos católico

VICENTE L. GARCÍA. VITORIA | Que la Iglesia católica predomina en el País Vasco y tenga una grandísima influencia en su vida cultural, social y política está fuera de toda duda, aunque en los últimos años dos fenómenos están provocando que esta región sea menos católica. Se trata, como ocurre en los países más desarrollados, de la secularización y la pérdida de fieles, a los que se les suma ahora la diversidad religiosa, fenómeno en crecimiento.

Esta situación se refleja en dos hechos. El primero es el 150º aniversario de la creación de la diócesis de Vitoria, que se celebra en 2012; y el segundo, el libro Pluralidades latentes. Minorías religiosas en el País Vasco, donde se pone de manifiesto que la pluralidad religiosa es una realidad. Así pues, tradición católica y demás confesiones y religiones se enfrentan al reto de cohabitar e, incluso, colaborar.

En este sentido, las administraciones autonómicas y locales tienen un papel muy importante a la hora de evitar conflictos como el que está teniendo lugar en el barrio vitoriano de Zaramaga, donde la concesión de una licencia para la apertura de una mezquita está causando protestas por parte de los vecinos.

Cabe recordar que en la región, según datos de UCIDE, hay cerca de 30.500 musulmanes, de los que 29.000 son extranjeros y el resto autóctonos. De los 38 centros censados, 19 son mezquitas. Esta comunidad religiosa también cuenta con un asistente islámico para el centro penitenciario de Basauri. Además, están presentes la Iglesia ortodoxa (rumana, rusa, georgiana y serbia), Iglesias vinculadas al cristianismo reformado y evangélico, los adventistas, testigos de Jehová, mormones, budistas…

Preocupación de las administraciones públicas

Ante este conglomerado, el Gobierno vasco se ha puesto a trabajar y, en esta labor, organizó un seminario bajo el título Diversidad religiosa y políticas públicas en el País Vasco, que evidencia la preocupación de las administraciones públicas por el hecho religioso.

En estos momentos, se trabaja en una nueva convocatoria que aborde hechos concretos de la gestión pública de la diversidad y su incidencia en la convivencia ciudadana.

En el nº 2.761 de Vida Nueva (artículo completo para suscriptores).

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