‘Una mujer en África’: el valor de resistir

J. L. CELADA | A principios del siglo XX, la baronesa Karen Blixen cambió la literatura y su Dinamarca natal por una granja en África. El recuerdo de aquellos años al frente de una plantación cafetera en Kenia son sus Memorias de África, un libro autobiográfico que el fallecido Sydney Pollack llevó a la gran pantalla en 1985 ayudado por la inolvidable interpretación de Meryl Streep. Otra gran dama de la escena, la francesa Isabelle Hupert, se mete ahora en la piel de Una mujer en África que, como aquella intrépida escritora, es también la patrona de un cafetal en un país cualquiera del continente negro.

Y ella es, además, quien da título al último trabajo de Claire Denis, una historia en la que, sin embargo, no caben atractivos cazadores ni bellas puestas de sol. Lo que aquí nos propone la realizadora parisina es compartir el obstinado empeño de la protagonista por poner su propiedad a salvo de ese clima de locura, horror y muerte tan tristemente familiar en el (inconcluso) proceso de independencia de no pocos países africanos.

Como hija de funcionario galo lejos de casa, la directora pasó buena parte de su infancia en Camerún, Somalia o Burkina Faso, circunstancia que enriquece esa desoladora mirada que, en clave de culpa, arroja desde el norte sobre la despreciable herencia que el colonialismo dejó un día en el sur. Hoy, las tierras entonces arrebatadas a sus pobladores son pasto de las llamas y testigo de luchas incruentas entre ejércitos corruptos y rebeldes sin control, cuya imagen más aterradora son los niños soldado.

De todo ello nos habla a través de sus ojos (los de la impagable Hupert) Una mujer en África. Esa blanca inasequible al desaliento que, en su huida hacia delante, destapa las heridas que la guerra –y los abusos de la metrópoli– han infligido al pueblo, mientras nos descubre las diversas expresiones del miedo, tan humano en sus reacciones como condicionado por las posibles pérdidas (la vida, el negocio, el poder…).

Estas incómodas realidades, aunque no le son ajenas al cine, en la pluma y la cámara de Denis alcanzan tal grado de credibilidad y dolorosa verdad que sumen al espectador en el mismo caos que contempla entre aturdido e indignado. Sentimientos que contribuye a acrecentar una narración elíptica, fiel reflejo de ese torbellino político, social y emocional que arrastra a sus personajes. El idioma de la violencia y el sinsentido no admite relatos lineales.

Sí lo es, por el contrario, su tono, firme y directo, sin intenciones aleccionadoras, más partidario de preguntas que de respuestas, y nada condescendiente con un universo viciado y contradictorio. De ahí el gran mérito de una cineasta que, como su particular heroína, ha hecho de la resistencia su valor más preciado. Solo así hemos podido disfrutar de esta película, ¡su primer estreno comercial en España tras veinte años largos de carrera! Valió la pena esperar.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: White material.

DIRECCIÓN: Claire Denis.

GUIÓN: Claire Denis y Marie N’Diaye.

FOTOGRAFÍA: Yves Cape.

MÚSICA: Stuart S. Staples.

PRODUCCIÓN: Pascal Caucheteux.

INTÉRPRETES: Isabelle Hupert, Isaach de Bankolé, Christopher Lambert, Nicolas Duvauchelle, William Nadylam.

En el nº 2.761 de Vida Nueva.

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