José María Pérez Navarro: “El alumno debe disfrutar en clase de Religión”

Director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas y Catequéticas San Pío X

FRAN OTERO. Foto: LUIS MEDINA | José María Pérez Navarro es el director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas y Catequéticas San Pío X, de los hermanos de La Salle, que organiza año tras año la Escuela de Verano para Educadores de la Fe con el objetivo de contribuir a la formación y actualización del profesorado de Religión y de los catequistas. Con motivo de la celebración, entre el 4 y el 6 de julio en Madrid, de la XXIV edición, ha opinado en Vida Nueva sobre la situación de la clase de Religión y los nuevos modos de abordarla, así como la historia de un evento convertido en toda una institución.

¿Cómo surgen estos cursos?

Hace 24 años, y por una necesidad de formar profesores de Religión y catequistas. Se trata de ayudarles en su día a día, de ofrecerles cursos prácticos. Por eso ha tenido tanto éxito.

¿Se apunta mucha gente?

Unos 200 profesores y catequistas. Hay que admitir que en los cursos estivales como este, la asistencia baja, aunque también afecta la poca atracción que genera la cuestión religiosa.

¿Qué buscan?

Sobre todo, recursos. Por ejemplo, se pide formación en Tecnologías de Información y Comunicación para la clase de Religión y modos de promover la interioridad entre los alumnos en una época muy ruidosa, como el ambiente de la calle.

¿Destacarías algún curso?

Los hay de todo tipo: de recursos, teológicos, catequéticos… Todos, con una gran dosis de práctica. La novedad la ponen cursos que no tienen que ver estrictamente con lo religioso, pero que pueden ser de utilidad al profesor para interactuar con la clase.

Metodología

¿Ha cambiado la forma de impartir la clase de Religión?

Antes se ponía casi todo el acento en los contenidos; ahora se tienen mucho más en cuenta las metodologías, sobre todo, las más atractivas. Se trata de que el alumno disfrute tanto en clase de Religión como en la catequesis.

¿Cómo motivar a niños y jóvenes?

Nos guste o no, la religión es un fenómeno social importante. Si una persona quiere tener una visión completa de la vida o una educación integral, el aspecto religioso deberá estar muy presente. La clase de Religión hay que impartirla, porque lo religioso está por todas partes y hay que contar, al menos, con la información.

¿Hay confusión entre catequesis y clase de Religión?

La catequesis está dirigida a creyentes que quieren profundizar en su fe para entrar en una comunidad cristiana. En la escuela, es diferente. Por ello, la religión debe tener su dignidad como cualquier otra asignatura y debe estar dirigida a alumnos –incluso a los no creyentes– que deben descubrir una serie de conocimientos como otra asignatura. A veces, esta materia no ha sido suficientemente valorada, se ha ofrecido de cualquier manera, y provoca desagrado. Se trata de una asignatura difícil. Hablar de Dios es complicado, porque hablamos de algo que no se ve, que tiene un lenguaje propio que hay que saber utilizar.

¿Están los profesores bien formados?

Hay un pequeño defecto en los procesos de formación. Hay mucho contenido teológico y poca metodología y pedagogía religiosa. En los últimos años, se recalca mucho que el profesor debe estar bien formado teológicamente y tener muchos conocimientos, que está bien, pero hay otra parte, la metodología y el conocimiento de las ciencias humanas (psicología, antropología, sociología…), muy necesarias para poder conectar con el destinatario. Es algo que tenemos claro desde siempre en el Instituto Superior San Pío X. Hay centros y escuelas de catequistas donde se exige saber mucha teología y se incide poco en otras ciencias. Es uno de los problemas de la transmisión de la fe, al dar mensajes sin conocer la realidad del destinatario.

¿Se ha estancado el modo de comunicar el Evangelio?

Hay voces que dicen que el mensaje de la Iglesia no llega, y eso que el Evangelio es atractivo, también para el hombre actual.

¿Hay futuro para la enseñanza religiosa?

La dimensión religiosa está tan presente que un ciudadano que quiera realizarse debe formarse en este sentido. En Francia, el gran Estado laico, son muchos los que piden el regreso de la clase de Religión porque reconocen no entender la historia de su país sin ella; sin la religión, es imposible. Otro ejemplo es el de aquel que se interesa por la historia del arte, ya que debe conocer nociones de cultura religiosa.  Por tanto, la clase de Religión tiene futuro.

En el nº 2.759 de Vida Nueva.

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