Tribuna

Demasiados secretos

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ANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma

“¿Es mucho pedir que, al menos, se nos dijera qué temas han sido tratados, si ha habido ponencias o informes especiales, si se han tomado algunas decisiones, qué cardenales han intervenido, por dónde han ido las palabras introductorias del Pontífice, si las hubo? En mi opinión, creo que no es mucho pedir”.

El lunes 13 de junio en la Sala Bolonia del Palacio Apostólico, el Santo Padre Benedicto XVI ha presidido una reunión de los jefes de dicasterio de la Curia romana”. Con estas dos escuetas líneas se nos informaba de una de las periódicas reuniones que el Papa mantiene con sus más inmediatos colaboradores comenzando por el secretario de Estado, los cardenales prefectos de Congregación y los presidentes de pontificios consejos. El gobierno vaticano para entendernos.

¿Es mucho pedir que, al menos, se nos dijera qué temas han sido tratados, si ha habido ponencias o informes especiales, si se han tomado algunas decisiones, qué cardenales han intervenido, por dónde han ido las palabras introductorias del Pontífice, si las hubo?

En mi opinión, creo que no es mucho pedir, es más, creo que tenemos un cierto derecho a saber algo de lo que han hablado los supremos pastores de nuestra Iglesia, pero ya sé que más de uno me tachará de ingenuo y, desde luego, algún otro de impertinente. ¡Qué lo vamos a hacer!

En el nº 2.759 de Vida Nueva.