J. L. PALACIOS | Desde 2002, cuando el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) lleva la sangrienta cuenta que deja la violencia doméstica en nuestro país, no ha habido año en que las mujeres asesinadas sumaran menos de 55, llegando a su máximo en 2008, con 75 homicidios. La Ley sobre la Violencia de Género del Gobierno de Rodríguez Zapatero no ha logrado modificar sustancialmente el número de víctimas mortales.
El año pasado fueron 73 las mujeres que padecieron una violencia que el Ministerio de Justicia califica como “doméstica y de género”, segando también la vida de cinco menores. El incremento de fallecidas supuso casi un 33% más que en el año anterior. El 38% de ellas pertenecía a la comunidad inmigrante de nuestro país y, en la inmensa mayoría de estos casos, no había denuncia previa contra el agresor.
“La violencia contra las mujeres es un fenómeno que afecta a todas las clases sociales, grupos étnicos, edades, niveles de estudios, etc.”, afirma el Informe sobre Víctimas Mortales de la Violencia de Género y Violencia Doméstica en el ámbito de la Pareja o Expareja en 2010 del CGPJ.
No obstante, el análisis de los datos del año pasado arroja una conclusión preocupante: las víctimas son cada vez más jóvenes. Durante 2009, las fallecidas a manos de sus parejas tenían una media de edad de 44 años; en 2010, descendió a 41, lo que echaría por tierra la idea de que las nuevas generaciones, mejor formadas y más concienciadas, podrían erradicar esta lacra social.
Las estadísticas muestran que cada 4,6 días se produce una muerte de esta naturaleza, aunque, en realidad, los asesinatos se “concentran” en un determinado momento. Algo que se explicaría, según una discutida hipótesis, por el efecto imitación desencadenado por la difusión de noticias sobre violencia machista. Por ello, la Secretaría de Estado para la Igualdad, siguiendo un estudio de la Universidad de Granada, recomendó a los medios de comunicación que no informen de este tipo de muertes como lo vienen haciendo hasta ahora. Lo cierto es que a mitad de este año ya habían perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas 28 mujeres.
En el nº 2.758 de Vida Nueva.
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