Un nuevo modo de colonialismo en África

M. Á. MALAVIA | La práctica de la compra masiva de tierras en África, según el Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo (IIED), en un estudio de mayo de 2009, supone “un fenómeno en ascenso que comporta el riesgo de que campesinos pobres acaben siendo expulsados de sus tierras o pierdan el acceso al agua y a otros recursos”. Un peligro evidente, teniendo en cuenta que 2.000 millones de personas en todo el mundo dependen para su subsistencia de pequeñas parcelas de tierra.

Lo que está claro es que se trata de una expansión sin fronteras, tal y como reconoce el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), que ha hecho público que, solo en los últimos cinco años, entre 15 y 20 millones de hectáreas de países subdesarrollados han sido adquiridas por un total que va de los 20.000 a los 30.000 millones de dólares.

La ONG GRAIN amplía esa cifra hasta los 50 millones de hectáreas, avisando que ya se han comprometido 25.000 millones de dólares para próximas adquisiciones. Un avance que no se quedará ahí, pues, según sus previsiones, esta inversión se triplicará en los próximos años.

Manos Unidas ha recogido en el reciente informe Las tierras como negocio, algunos de los datos concretos sobre cómo afecta esta acción, a modo de ejemplo, en Sudán, Malí y Kenia:

  • En Sudán, con un 19,6% de Índice Global de Hambre (IGH) y más de seis millones de personas atendidas por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), 700.000 hectáreas han sido adquiridas por empresas surcoreanas y 400.000 por los Emiratos Árabes Unidos.
  • En Mali, con un 19,5% de IGH y cerca de 400.000 personas en programas del PMA, fue el propio Gobierno libio quien se hizo con el control de 100.000 hectáreas.
  • En Kenia, con un 20,2% de IGH y 2,5 millones de personas atendidas en el PMA, 40.000 hectáreas han sido arrendadas al emirato de Qatar. Otro ejemplo claro lo ofrece GRAIN, quien avisa de que Arabia Saudí estaría emprendiendo el llamado Proyecto 7×7, según el cual, a través de la compañía Foras International Investment, espera generar 7 toneladas de arroz, en siete años y en 700.000 hectáreas de tierras de Senegal, Mali, Mauritania, Uganda, Sudán y Níger. Si por un momento, al salir a la luz pública por la filtración de unos documentos, el proyecto pareció diluirse, ahora habría resurgido bajo el nombre de AgroGlobe.

Según datos del IFPRI, en lo que sería un clasificación de los países que más tierras compran, China la lideraría con 2.800.000 hectáreas. La seguirían Corea del Sur (800.000), los Emiratos Árabes Unidos (750.000), Arabia Saudí (520.000) y Qatar (500.000).

En el nº 2.757 de Vida Nueva.

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