JESÚS SÁNCHEZ ADALID | Sacerdote y escritor
“Un magnífico plantel de músicos y cantores brilló la pasada noche del 1 de junio en el Auditorio Nacional, lleno hasta la bandera; haciéndonos contener el aliento y elevándonos, maravillados, hacia la grandeza de nuestra fe con una espiritualidad evidente. ¡Un verdadero lujo!”.
El verano de 2011 se acerca y los frutos de la esperada Jornada Mundial de la Juventud de Madrid ya empiezan a ser visibles. La semana pasada tuve la dicha y la suerte de poder asistir a uno de los acontecimientos que sirven de pórtico a los encuentros que se avecinan: la presentación oficial del Coro y Orquesta de la JMJ, en un concierto en el Auditorio Nacional.
En el programa se interpretaron obras clásicas de los compositores Seco de Arpe, Mendelssohn, Taneyey y Doyle, y también piezas compuestas expresamente para la ocasión, como el Himno JMJ 2011 y la que ya quedará denominada Misa JMJ, compuesta por Kuzma Bodrov, Carlos Criado, Pedro Alfaro e Íñigo Guerrero, bajo la dirección de Borja Quintas.
Esta formidable agrupación, nacida únicamente con el fin de servir a la JMJ de Madrid (por primera vez en la historia una Jornada Mundial de la Juventud contará con sus propios coros y orquesta), está formada por 250 voluntarios, originarios de todos los lugares de España, estudiantes y profesionales, que desde hace cuatro meses cada fin de semana se reúnen en la capital para preparar el repertorio y serán los encargados de tocar en los actos centrales de la JMJ, que, como indica su lema, están unidos además de por su amor a la música por un “mismo espíritu”, para transmitir los grandes ideales de la fe.
Créanme, un magnífico plantel de músicos y cantores brilló la pasada noche del 1 de junio en el Auditorio Nacional, lleno hasta la bandera; haciéndonos contener el aliento y elevándonos, maravillados, hacia la grandeza de nuestra fe con una espiritualidad evidente. ¡Un verdadero lujo!
En el nº 2.757 de Vida Nueva.
