Concluye la primera fase de la visita apostólica a Irlanda

Obispos y congregaciones recibirán nuevas directrices en los próximos meses

El arzobispo Martin y el cardenal O'Malley (visitador), en un acto de arrepentimiento por las víctimas

M. GÓMEZ | La primera fase de la visita apostólica a la Iglesia en Irlanda, ordenada por Benedicto XVI a raíz de los gravísimos casos de pederastia eclesial que se conocieron entre 2009 y 2010, ha concluido ya, según informó la Santa Sede en un comunicado del 6 de junio.

Los cuatro visitadores que han estado en las cuatro archidiócesis metropolitanas han podido verificar que las relaciones que existen entre la Iglesia local, los seminarios y las congregaciones religiosas “eran tales como para apoyarlas en el camino de profunda renovación espiritual” que el Papa reclamó en su Carta a los fieles de Irlanda y que ya se ha emprendido. Han comprobado también la eficacia de los procedimientos que se siguen en la actualidad para responder a los casos de abusos y las formas de asistencia que se le ofrecen a las víctimas.

Los visitadores ya han entregado sus informes en Roma a los dicasterios competentes, que han realizado una primera evaluación de la que se desprende, primero, que ni la Congregación para los Obispos ni la Congregación para la Educación Católica prevén otras visitas apostólicas. Sin embargo, después de analizar las repuestas a los cuestionarios enviados a las instituciones con casas religiosas en Irlanda, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCSVA) sí ha decidido que habrá una serie de visitas in loco a algunas entidades religiosas.

En los próximos meses, las congregaciones darán a los obispos “directrices para la renovación espiritual de las diócesis y seminarios”, y los mismo hará la CIVCSVA con los institutos religiosos. A principios de 2012, la Santa Sede dará a conocer una síntesis general de los resultados.

El arzobispo de Dublín, preocupado

“La renovación de la Iglesia en Irlanda es una responsabilidad, por encima de todo, de toda la Iglesia de Irlanda”, señalaba el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, el 2 de junio, ante los delegados internacionales reunidos para preparar el 50º Congreso Eucarístico Internacional que se celebrará en 2012 en su ciudad.

El arzobispo lamentó que la asistencia a la misa dominical en su diócesis es “considerablemente inferior a cualquier otra parte de Irlanda”, que este año no habrá ordenaciones sacerdotales “y los próximos años indican solo un pequeño goteo de nuevas vocaciones”.

“Lo que ha pasado y está pasando en Irlanda es doloroso. No estoy hablando solo de los horrores de los abusos sexuales; estoy hablando de nuestro fracaso en la transmisión de la fe a la generación que viene”. Con todo, “el proceso de renovación podrá ser lento, pero hay signos de esperanza”.

En el nº 2.757 de Vida Nueva.

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