San Pablo estaría en Facebook

La Iglesia apuesta por la presencia cristiana y auténtica en las redes sociales

Imagen de la cuenta de Facebook de Joan Piris, presidente de la Comión Episcopal de MCS

MARÍA GÓMEZ | Por tercer año consecutivo, Benedicto XVI dedica a la cultura digital su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (5 de junio), Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital (PDF). Y si otras veces al Papa le ha preocupado el uso que hacen los jóvenes o los profesionales de la comunicación, ahora se plantea “la autenticidad del propio ser”.

“El anhelo de compartir, de establecer ‘amistades’, implica el desafío de ser auténticos, fieles a sí mismos, sin ceder a la ilusión de construir artificialmente el propio ‘perfil’ público”, dice el mensaje. El obispo Manuel Sánchez Monge lo resume así: “No podemos dar una imagen de nosotros mismos que no se corresponde con la realidad”.

Facebook tiene 500 millones de usuarios en todo el mundo, y en sus apenas siete años de existencia se ha convertido en el máximo exponente de la “transformación cultural” a la que alude Benedicto XVI. Pero de momento son pocos los prelados españoles que se han apuntado.

Sánchez Monge, obispo de Mondoñedo-Ferrol, gestiona su cuenta personalmente: “La he abierto porque creo que me puede ayudar a evangelizar, que, al fin y al cabo, es mi cometido. Por el momento, estoy contento de los resultados que voy obteniendo. A mí me animó la presencia de otros obispos en este mundo, y me gustaría que mi presencia animara a otros hermanos obispos”.

Uso personal y pastoral

La Conferencia Episcopal Española ha impartido varios cursos para que los pastores aprendan a moverse en Internet y las redes sociales. En uno de ellos fue donde el presidente de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social (CEMCS), Joan Piris, aceptó el reto de crear su perfil.

“Ni me quita el sueño, ni me quita tanto tiempo como preveía, ni lo uso tanto como querría –explica el obispo–. Entro a diario, aunque escribo poquito, sobre acontecimientos eclesiales de mi diócesis de Lleida y eventos a los que convoco o invito. Contesto los mensajes que me envían, y si veo alguna cosa que se puede multiplicar, en seguida la ‘comparto’, como dice ahí”. O sea, que se limita a un uso pastoral, más que personal. “Bueno, es personal porque es pastoral –corrige–. Tengo la cuenta en función de mi servicio, no para entretenimiento”.

A Miguel Tombilla, claretiano residente en Vigo y autor del blog Y yo qué sé, le parece “muy loable. Facebook te permite el acceso a los obispos de otra manera. Quizá debería haber más obispos y más gente de Iglesia que se abran a lo que son, en plan sencillo, y no tanto a lo que tienen que aparentar. Creo que sería un esfuerzo bonito para dar a conocer otro rostro de Iglesia”.

También tiene una presencia destacada en Internet Alberto Eisman, que colabora regularmente con Vida Nueva y Mundo negro, dirige la diocesana Radio Wa, en el norte de Uganda, y gestiona el blog En clave de África. “Estoy en Facebook y en Twitter, y creo que son medios ideales para poder compartir ideas e iniciativas. Definitivamente, todo instrumento puede ser utilizado para el bien o para el mal: un cuchillo puede servir para cortar jamón o para matar a tu vecino… Lo mismo el impacto de las redes sociales depende mucho del uso que se les dé”.

En su opinión, “la Iglesia puede y debe buscar su hueco en estos ámbitos, sin complejos y de manera decidida, pero, eso sí, comunicando mejor y de manera más efectiva. Creo que está bien que el Papa aparezca y abra caminos en campos nuevos. Si un comunicador incansable y apasionado como san Pablo viviera hoy, estoy seguro de que estaría muy presente en todos los ámbitos tecnológicos posibles”

Los obispos españoles, preocupados por los blogs

La Comisión ha preparado su propio mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, Promover la Nueva Evangelización en la era digital (PDF), que se detiene de manera especial en el fenómeno creciente de blogs de temática religiosa.

Los obispos españoles advierten que estos solo generarán una “verdadera y necesaria opinión pública en la Iglesia” si observan un “estilo cristiano de presencia” (“comunicación franca y abierta, responsable y respetuosa del otro”) y muestran una actitud de “fidelidad y comunión con el Magisterio”.

En el nº 2.756 de Vida Nueva (reportaje completo para suscriptores)

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