Ignasi Moreta: “El anhelo religioso del ser humano no está en crisis”

Editor de Fragmenta Editorial

JOSÉ LUIS CELADA | En 2007, “tras dos años y medio de maduración del proyecto”, Ignasi Moreta y su esposa, la portuguesa Inês Castel-Branco, lanzaron Fragmenta Editorial con la intención de “publicar textos clásicos y de ensayo en el ámbito de las religiones”. Un tipo de libros que en catalán “no estaba publicando nadie” y que a ellos –un doctor en Humanidades y una doctora en Arquitectura– les interesaba como lectores.

Ahora, a sus 31 años recién cumplidos, este barcelonés y la mujer con la que ha formado una familia ponen en marcha este mes de mayo una nueva colección ‘Fragmentos’, punto de partida de una aventura en castellano que “nos ilusiona enormemente”.

Y como viene sucediendo a lo largo de su andadura, lo hacen “desde una perspectiva independiente en un doble sentido: editorialmente y religiosamente”. Independencia de cualquier confesión religiosa que “no implica el ‘todo vale’”, porque el hecho de no pedir el nihil obstat a ninguna autoridad eclesiástica “no significa –advierte Moreta– que pensemos banalmente que todo tiene el mismo valor: hay autores que merecen la pena ser leídos, y autores que no; textos que tienen algo que decir, y textos que no”.

Su tarea como editor es, por tanto, “descubrir a los primeros: los buenos textos en ese océano de información que habitamos”. Una “selección con criterio” a la que tratan de unir, como “marcas de la casa”, el rigor y el trabajo bien hecho, que, a la larga, “siempre es apreciado”.

Profesor en la Facultad de Humanidades de la Universidad Pompeu Fabra, el joven editor reconoce la crisis que atraviesan las instituciones religiosas, no así “el anhelo religioso del ser humano”, que desde tiempo inmemorial se hace “preguntas últimas y tantea en busca de respuestas”. Y recuerda los catecismos de nuestros padres y abuelos, con sus preguntas y respuestas, unos manuales hoy “desprestigiados”, porque “la auténtica actitud religiosa es una actitud de búsqueda, de indagación constante, nunca de posesión de respuestas fijas”.

A acompañar esa búsqueda dedica sus esfuerzos Fragmenta, convencida de que “es bueno realizarla en compañía”, en “buena compañía”. “No es lo mismo buscar de la mano de un banal manual de autoayuda –explica Moreta–, que hacerlo de la mano de Marie Balmary, Javier Melloni, Amador Vega, Raimon Panikkar…”. Nombres que proporcionan a esa búsqueda “mayor calidad humana, moral, intelectual, espiritual…”. A ello quieren contribuir, por ejemplo, publicando la obra del fallecido Pannikar, un hombre con cuyo planteamiento se sienten “muy identificados”.

“Nunca ocultó su condición de sacerdote católico, pero no es un autor que la cultura contemporánea identifique con el catolicismo; tiene la virtud de ser una voz religiosa escuchada por religiosos y no religiosos, leído por todos, sea cual sea su adscripción religiosa”, defiende el entrevistado.

“Tal vez –añade– porque no entiende las religiones como ámbitos autoexcluyentes (cristiano o budista, creyente o no creyente…), sino que todos somos indagadores, y no hay ninguna religión que monopolice a Dios”.

Andadura en castellano

Y también en ese afán de indagar, Fragmenta llega al panorama editorial castellanoparlante, “convencidos del interés que puede tener nuestra propuesta para el lector”. Es el caso del descubrimiento de la “biblista” Balmary (autora traducida a seis idiomas, aunque ninguno de ellos el catalán ni el castellano), cuya introducción en el ámbito hispánico “justifica por sí sola nuestra tarea como editores” y es una prueba más de su papel de “mediadores”: “Si encuentro una voz que tiene algo por decir y sabe cómo decirlo, y soy capaz de ponerle un micro y hacerla llegar al máximo número de lectores posible, mi trabajo habrá merecido la pena”, concluye satisfecho Moreta.

Fragmenta Editorial se presenta en Madrid el jueves 12 de mayo, en el Círculo de Bellas Artes (c/ Alcalá, 42) a las 19:30 h. [Vea otros eventos de Agenda].


EN ESENCIA:

Una película: Dancer in the dark, de Lars von Trier.

Un libro: siempre el último publicado por Fragmenta.

Una canción: Mediterráneo, de Joan Manuel Serrat.

Un deporte: la jardinería.

Un rincón del mundo: Il campo de Siena.

n deseo frustrado: ¿frustrarse? Intento no conjugar ese verbo.

Un recuerdo de infancia: una excursión a la fuente, en verano.

Una aspiración: aprender.

Una persona: el interlocutor de cada momento.

La última alegría: el nacimiento de mi tercer hijo.

La mayor tristeza: que exista en el mundo la mezquindad y la pequeñez.

Un sueño: que las personas con las que trato tengan “alma”, chispa interior, carisma.

Un regalo: la paz.

Un valor: el respeto.

Que me recuerden por… el trabajo bien hecho.

En el número 2.753 de Vida Nueva

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