No tengas miedo

JOSÉ LUIS CELADA | Con rumbo incierto y la mirada gacha, una veinteañera atraviesa las calles de su ciudad. Del hombro, el pesado violonchelo guarda un terrible secreto: quien mima sus cuerdas ha sido objeto durante años de otras caricias que escuecen, que queman por dentro; tanto que ahora su única melodía es un silencio ensordecedor. Ella es la imagen y el punto de vista del último trabajo de Montxo Arméndariz, un pudoroso viaje que explora los abismos más oscuros y contradictorios de la condición humana para mostrarnos –sin prejuicios, tópicos ni lecciones– el estigma atroz de los abusos sexuales en la infancia.

En un interesante cambio de registro tras la literaria Obaba (2005), el realizador navarro nos acerca al perverso drama que sufren no pocos hombres y mujeres a los que un día alguien (casi siempre, un ser querido y/o cercano) les arrebató la inocencia. Es el caso de la protagonista de No tengas miedo (una Michelle Jenner contenida, pero profundamente expresiva), sometida en cuerpo, alma y voluntad a los reclamos de su padre (inquietante Lluís Homar), cuyo susurro –que da título a esta cinta–, lejos de tranquilizarla, provoca el efecto contrario.

Lo que para otras chicas de su edad fueron tiempos de añorados juegos y dulces sueños, a Silvia se le tornaron días (y noches) de pesadilla y obligado escondite detrás del sofá. Un calvario que se prolonga hasta su juventud, porque el dolor no prescribe y porque nunca entenderá que la persona que más la ha querido le haya destrozado la vida. Rehén de aquellos temores y emociones encontradas, todavía hoy arrastra el lastre de tristeza de la adolescente introvertida, solitaria y desvalida que fue.

En su afán de aprender a perdonar(se), la vergüenza de reconocerse vejada por su progenitor, ante la incredulidad de la propia madre (Belén Rueda), paraliza cualquier posible reacción –verbal y sentimental– y acrecienta su infierno interior.

No era un tema fácil ni cómodo el que decidió abordar el veterano director en su regreso al ruedo cinematográfico, pero ha sabido documentarse y encauzarlo guiado por tres principios que convierte en valores: respeto, compromiso e inteligencia. La que reclama también del espectador para seguir una narración sobria y elíptica, salpicada por los testimonios de varias víctimas (reales y de ficción), y que descansa –a menudo, cámara en mano– sobre los apagados ojos de la joven. Armendáriz nos invita a asomarnos por ellos para descubrir la estremecedora verdad que sugieren, los intentos por comprenderla y la postrera aceptación de la misma.

Una redención (personal, familiar y social) que, gracias a la sólida puesta en escena y a la valentía y honestidad del envite, no solo resulta creíble y necesaria, sino que permite al público sensibilizarse desde la más absoluta libertad ante un fenómeno tan complejo como abominable. Ojalá que esta película nos ayude, de paso, a perder el miedo al (buen) cine español.

FICHA TÉCNICA:

TÍTULO ORIGINAL: No tengas miedo

DIRECCIÓN: Montxo Armendáriz

GUIÓN: Montxo Armendáriz, sobre un argumento suyo y de María Laura Gargarella

FOTOGRAFÍA: Álex Catalán

SONIDO DIRECTO: Carlos Bonmatí

PRODUCCIÓN: Puy Oria

INTÉRPRETES: Michelle Jenner, Lluís Homar, Belén Rueda, Nuria Gago, Rubén Ochandiano, Cristina Plazas, Javier Pereira

En el nº 2.752 de Vida Nueva

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