Tres días de fe en Roma para celebrar al nuevo beato

Juan Pablo II subirá a los altares el 1 de mayo ante cientos de miles de fieles

DARÍO MENOR | La espera ha terminado. Tres meses y medio después de que fuese anunciada de forma oficial, por fin ha llegado el día en que se celebrará la beatificación de Juan Pablo II, el papa más mediático de la historia y uno de los grandes protagonistas del siglo XX. Durante tres días (sábado, domingo y lunes), la Iglesia vibrará con el recuerdo del Papa Wojtyla y su ascenso a los altares: cientos de miles de fieles seguirán la ceremonia desde la Plaza de San Pedro del Vaticano, mientras millones de personas en todo el mundo lo harán a través de sus televisores.

En Roma, donde se respira el ambiente de las grandes ocasiones, ya está todo preparado para el 1 de mayo, una fecha que quedará marcada en los calendarios: en ella ya no solo se celebrará la jornada del trabajador; también se recordará como el primer día en que los católicos pudieron venerar al papa polaco como beato.

El evento inicial de la beatificación será la vigilia que se celebrará el sábado 30 de abril en la explanada del Circo Massimo entre las 20:00 h. y las 22:30 h. del sábado y que estará dividida en dos partes: la primera, dedicada al recuerdo de la figura de Juan Pablo II; en la segunda el Rosario será el protagonista.

Una noche de testimonios

Las palabras y los gestos del anterior pontífice será recordados por algunos de sus más estrechos colaboradores, como el cardenal Stanislaw Dziwisz, quien fue su secretario personal; el español Joaquín Navarro-Valls, portavoz vaticano durante 22 años; y la religiosa francesa Marie Simon-Pierre, cuya milagrosa curación de la enfermedad de Parkinson ha servido para impulsar el proceso de beatificación. Tras los testimonios, los presentes en el Circo Massimo, que serán probablemente varios cientos de miles, entonarán el Totus tuus, el himno compuesto en honor de Juan Pablo II cuando celebró sus bodas de oro sacerdotales.

En la segunda parte de la vigilia se recitará el Rosario en conexión directa con cinco santuarios marianos, y el cardenal Agostino Vallini, vicario del Papa para la Diócesis de Roma, detallará la riqueza espiritual y pastoral de Wojtyla.

Tras estos eventos, los peregrinos que lo deseen podrán pasar una “noche blanca” de oración en alguna de las ocho iglesias de Roma que permanecerán abiertas hasta la mañana del día siguiente. Diversos grupos de jóvenes pertenecientes a las más variadas realidades eclesiales y movimientos existentes en la diócesis de la capital italiana se encargarán de animar el maratón de oración que se llevará a cabo en la noche previa al ascenso a los altares de Juan Pablo II.

Los restos se depositarán en la Basílica

El día grande será el domingo 1 de mayo, festividad de la Divina Misericordia, declarada precisamente por el papa polaco. La ceremonia de beatificación, presidida por Benedicto XVI, tendrá lugar a las 10:00 h. en una Plaza de San Pedro que se espera que esté abarrotada. Una hora antes, a las 9:00 h., comenzarán los preparativos y la oración por la Divina Misericordia. Una vez concluida la misa y terminada la declaración con que se formulará la nueva condición de beato de Juan Pablo II, se descubrirá una suerte de tapiz en el que se representa al anterior pontífice.

Después, Benedicto XVI y los cardenales concelebrantes dedicarán unos minutos a la oración frente al féretro donde reposan los restos de Juan Pablo II, que será ubicado delante del Altar de la Confesión dentro de la Basílica de San Pedro. A partir de ese momento, todos los fieles que lo deseen podrán venerar el cuerpo sin vida del nuevo beato. La Santa Sede tiene previsto no cerrar las puertas de la Basílica hasta que el último peregrino que lo desee haya podido tener un momento de recogimiento frente al féretro de Juan Pablo II. Este será después colocado en su ubicación final, la capilla de San Sebastián, situada en la zona derecha de San Pedro.

Y el lunes, misa de acción de gracias

El lunes 2 de mayo, a las 10:30 h., tendrá lugar la última de las ceremonias de los tres días en que se reparten las celebraciones por la beatificación del papa Wojtyla. En la Plaza de San Pedro, el secretario de Estado de la Santa Sede, cardenal Tarcisio Bertone, presidirá la misa de acción de gracias, la primera que tiene lugar en honor del nuevo beato. Los textos elegidos para esta ceremonia son los mismos que leerá el día anterior Benedicto XVI.

En la misa oficiada por el cardenal Bertone la música ocupará un lugar destacado, pues el Coro de la Diócesis de Roma interpretará varias obras en compañía de dos grupos musicales polacos: el Coro de Varsovia y la Orquesta Sinfónica de Wadowice.

En el nº 2.751 de Vida Nueva.

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