Roma se prepara para la beatificación de Juan Pablo II

La Santa Sede presenta un programa para facilitar la asistencia a todo el que lo desee

ANTONIO PELAYO. ROMA | Estamos a pocas semanas de la beatificación de Juan Pablo II, y Roma se prepara para un acontecimiento de proporciones en estos momentos difícilmente calculables, aunque se va imponiendo una línea que reduce las cifras barajadas hace algunos meses. En todo caso –se repite en los ámbitos más responsables–, lo de menos es el número de participantes, porque serán muchos más los que desde sus propias casas vivirán esa apoteosis de la santidad.

El sábado 2 de abril se cumplieron seis años del fallecimiento de Karol Wojtyla, y al día siguiente, su sucesor en la silla de Pedro, Benedicto XVI, le dedicó estas palabras después del rezo del Angelus: “Con motivo de su próxima beatificación –dijo Joseph Ratzinger a los miles de fieles y peregrinos presentes–, no he celebrado la tradicional misa de sufragio por él, pero le he recordado con afecto en la oración, como pienso habréis hecho todos vosotros. Mientras a través del camino cuaresmal nos preparamos a la fiesta de la Pascua, nos acercamos también con alegría al día en que podremos venerar como beato a este gran Pontífice y Testigo de Cristo y encomendarnos aún más a su  intercesión”.

EL cardenal Agostino Vallini y el reverendo Caesar Atuire

Desde el punto de vista más material, el Vaticano no se ha cruzado de brazos, sino que está trabajando intensamente el asunto a través de la Opera Romana Pellegrinaggi (ORP), la institución que desde hace décadas organiza viajes de peregrinación a Roma y a otras ciudades del mundo. El martes 5 tuvo lugar una conferencia de prensa con el vicario general de Su Santidad para la diócesis de Roma, cardenal Agostino Vallini, y el consejero delegado de la ORP, reverendo Caesar Atuire, así como otros responsables. En el curso de la misma se concretó un plan puesto en marcha por la ORP en el que se ofrece viaje de ida y vuelta, alojamiento de tres días y otras facilidades (pases de transporte y bonos de comida) para la estancia en Roma a precios mucho más asequibles de los que se habían ofrecido en un principio.

El padre Federico Lombardi destacó que el único principio que ha guiado esta decisión ha sido el de facilitar al mayor número posible de personas su venida a la Ciudad Eterna para poder rezar ante la tumba del papa polaco. “Podemos garantizar –dijo– que todos podrán venerar el féretro de Juan Pablo II durante los días en que se mantenga expuesto ante el altar central de la Basílica de San Pedro. El templo permanecerá abierto las horas necesarias hasta que pase el último peregrino”.

“Roma está dispuesta para acoger a todos los peregrinos que quieran venir. Hemos recibido también la disponibilidad de otras ciudades de la región del Lazio”, sintetizó Liberio Andreatta al concluir la conferencia de prensa. “No hay emergencia alguna, hay puestos para todos”, recalcó el P. Tuire.

La beatificación de Juan Pablo II suscita, como hemos dicho, fuertes emociones en todo el mundo, pero no es, ni mucho menos, la única que tendrá lugar este año. El día 2, después de la audiencia concedida por el Santo Padre al cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, se promulgaron una serie de decretos que llevarán a los altares a un alto número de siervos y siervas de Dios.

Más españoles a los altares

Una de ellas es la monja María Catalina Irigoyen Echegaray (nacida en Pamplona el 25 de noviembre de 1848 y muerta en Madrid el 10 de octubre de 1918). Pertenecía a la Congregación de las Siervas de María Ministras de los Enfermos. Españoles, igualmente, eran Francisco Esteban Lacal, superior provincial de los oblatos, y sus 21 compañeros de congregación, y el seglar Cándido Castán San José, concejal de Pozuelo de Alarcón. Todos fueron fusilados en Paracuellos del Jarama los últimos meses de 1936. No se ha fijado aún la fecha de su beatificación.

Un comunicado de la Sala de Prensa, del mismo día 2, daba interesantes detalles sobre la Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo que tendrá lugar en Asís el 27 de octubre y que, como se recordará, fue anunciada por Benedicto XVI el 1 de enero pasado. El Papa quiere “solemnizar” el XXV aniversario del histórico encuentro promovido por Juan Pablo II en 1986, peregrinando a la ciudad del poverello e invitando a unirse “a los hermanos cristianos de las distintas confesiones, a los exponentes de las tradiciones religiosas del mundo e, idealmente, a todos los hombres de buena voluntad”. El tema será Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz.

La mañana del 27 de octubre, el Papa y todas las delegaciones presentes saldrán en tren desde Roma hasta Asís. Primera etapa, la Basílica de Santa María de los Ángeles, donde se conmemorarán los precedentes encuentros (el más reciente, el de enero de 2002), y se profundizará el significado de la cita con intervenciones del Papa y de otras personalidades presentes. Seguirá un “almuerzo frugal” como expresión de fraternidad y, al mismo tiempo, de “participación en los sufrimientos de tantos hombres y mujeres que no conocen la paz”.

Por la tarde, los asistentes se dirigirán a pie hacia la Basílica de San Francisco. Será una peregrinación en silencio con algunas pausas dedicadas a la oración y meditación personales. Llegados a la plaza adyacente a la Basílica, tendrá lugar el momento conclusivo de la Jornada y la renovación colectiva y solemne del compromiso común por la paz.

En los próximos días, los cardenales Kurt Koch, Jean Louis Tauran y Gianfranco Ravasi, presidentes, respectivamente, de los pontificios consejos para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, del Diálogo Interreligioso y de la Cultura, cursarán las invitaciones en nombre del Santo Padre, que “pide a los fieles católicos que se unan espiritualmente a la celebración de este importante acontecimiento y agradece a los que acudan a la ciudad de san Francisco para compartir esta peregrinación espiritual”.

El 1 de abril, como estaba previsto, han entrado en vigor las leyes del Estado de la Ciudad del Vaticano relativas a la prevención y oposición al reciclaje de dinero proveniente de actividades criminales y de financiación del terrorismo, hechas públicas el pasado 30 de diciembre. De acuerdo con el motu proprio de Benedicto XVI, la Autoridad de Información Financiera, presidida por el cardenal Attilio Nicora, controlará la actividad del Instituto para las Obras de Religión y de todos los organismos con significativos movimientos de capitales (la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el Hospital Pediátrico del Bambino Gesù, etc.).

El Vaticano entra, así, en la esfera de los países “insospechables” de practicar o favorecer los flujos ilícitos de dinero, y con estas credenciales acudirá a la XXXV reunión plenaria en Estrasburgo de MONEYVAL, el organismo del Consejo de Europa competente en esta delicada materia, para defender su candidatura para entrar en la lista blanca de naciones irreprochables.

El cardenal Varkey Vithayathil

Fallece el cardenal siro-malabar

El fallecimiento del cardenal Varkey Vithayathil, arzobispo mayor de Ernakulam-Angamaly de los siro-malabares, el 1 de abril, ha coincidido con la visita ad limina que están realizando los obispos de este secular rito de origen caldeo o siro-oriental. Había nacido en mayo de 1927 y era cardenal desde 2001. El telegrama papal de duelo está dirigido a monseñor Bosco Puthur, obispo de Curia del Arzobispado Mayor, el mismo día en que este era recibido en audiencia por el Santo Padre con sus obispos auxiliares (listado actualizado del Colegio cardenalicio).

Siempre desde la lejana Asia, llega la noticia de la ordenación episcopal del sacerdote Paul Liang Jiansen, de 46 años, como obispo de Jiangmen, con la aprobación del Papa y el reconocimiento del Gobierno chino. Estamos ante una nueva sutileza diplomática de Pekín, que, tras una ordenación episcopal ilícita en noviembre y la forzada participación de varios prelados en la Asamblea de Representantes Católicos chinos, en diciembre, parece soplar ahora vientos de concordia.

En el nº 2.749 de Vida Nueva.

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