Ignacio Yepes, magnífica obra de síntesis

MAITE LÓPEZ | La Misa de la Cruz es una obra de Ignacio Yepes realizada por encargo de las Clarisas Nazarenas de Sisante (Cuenca). Fue estrenada por el Coro Cantigal en el Monasterio de Nuestro Padre Jesús Nazareno de dicha localidad en la Eucaristía de la Exaltación de la Santa Cruz, presidida por el obispo de Cuenca, José Mª Yanguas, el 14 de septiembre de 2010, día de la apertura del Año Jubilar con motivo del III Centenario de la llegada de Nuestro Padre Jesús a Sisante.

Según la tradición, esta imagen de Jesús Nazareno –reproducida en la portada de esta edición y fuente principal de inspiración de esta obra– fue encargada por Carlos II a su escultora de cámara, Luisa Roldán (‘La Roldana’) a finales del siglo XVII con el propósito de obsequiar al papa Inocencio XI.

En cuanto a la forma de los cantos, podemos encontrar aclamaciones, antífonas, estrofas con estribillos, letanías o responsorios litúrgicos. Excepto los textos propios de la celebración eucarística, las letras de los cantos son de Ignacio Yepes, inspiradas en pasajes de las Escrituras o en los testimonios de devoción de las Hermanas Clarisas a la imagen de Nuestro Padre Jesús. El disco, editado por San Pablo, también incluye dos temas –uno de ellos, inédito hasta ahora– que no forman parte de la obra, pero que, por su intrínseca conexión con el tema de la cruz, el propio autor ha querido ofrecer en un mismo disco: Cruz de Cristo, que son letanías a la cruz, y Stabat Mater, un himno mariano de profundo calado.

No es fácil conjugar, de un modo tan hermoso y sencillo, la fidelidad a la tradición litúrgica con la devoción popular, dando como resultado una magnífica obra, extraordinariamente interpretada, que aporta significado, belleza y profundidad a lo que, en ocasiones, se disfraza únicamente de folclore.

En el nº 2.749 de Vida Nueva

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