Nuevos timoneles

JOSÉ IGNACIO LÓPEZ | Periodista del diario La Nación de Buenos Aires

“El desarrollo del reciente encuentro de los secretarios generales de todas las conferencias episcopales de América Latina y el Caribe, en Bogotá, ofrece suficientes pistas para apreciar que la Iglesia en el continente latinoamericano, en sintonía con el memorable esfuerzo teológico-pastoral que se desplegó en tierras brasileñas, aspira a participar activamente en la nueva evangelización”

Todo está dispuesto para que a mediados de mayo, en Montevideo, una nueva cúpula episcopal latinoamericana asuma los compromisos trazados en la última Conferencia de Aparecida (mayo de 2007) y, comenzando por la propia casa, brinde el ejemplo de abandonar “las estructuras pastorales caducas”.

El desarrollo del reciente encuentro de los secretarios generales de todas las conferencias episcopales de América Latina y el Caribe, en Bogotá, ofrece suficientes pistas para apreciar que la Iglesia en el continente latinoamericano, en sintonía con el memorable esfuerzo teológico-pastoral que se desplegó en tierras brasileñas, aspira a participar activamente en la nueva evangelización, esa búsqueda que será tema del próximo Sínodo y que ha llevado a Benedicto XVI a la creación de una nueva estructura pastoral. Es decir, el afán de renovación que predominó en Aparecida, y que alumbró la intuición de llamar a una Misión Continental –más una convocatoria a la búsqueda de nuevos modos de ser Iglesia que un ensayo de restauración– sería la carta de navegación, el rumbo pastoral que se deja insinuado.

Llega la hora del desafío mayúsculo de articular y poner en marcha ese proceso: vino nuevo en odres también nuevos. Se explica que buena parte del tiempo fuera dedicado por los secretarios generales a crear las condiciones para un buen desarrollo de las elecciones que se avecinan en el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). El rumbo de recuperar fidelidad evangélica, de podar la higuera, es el que emergió junto al Santuario de Aparecida, superando roces y tensiones eclesiales, o aun con ellos. Se trata ahora de hallar los timoneles adecuados. Mejor para la Iglesia será que prevalezca esa búsqueda pastoral, si es que verdaderamente se cree que las disputas de poder son parte de las estructuras caducas.

jilopez@vidanueva.es

En el nº 2.748 de Vida Nueva.

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