¿Por qué cada vez hay menos alumnos en la clase de Religión?

El 71% de matriculados en este curso supone el sexto consecutivo de descenso

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | El 71% de los alumnos del curso 2010-2011 en España se han matriculado en Religión. Un dato global que puede interpretarse de diversas formas. Si, por un lado, este porcentaje representa una amplia mayoría (casi tres cuartas partes del alumnado), la tendencia es descendente desde 2004, cuando eran un 79,3% quienes la escogían. Este mismo año, en comparación con el curso anterior, ha bajado un punto. Pero, ¿por qué sucede esto?

La Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, que es la que dio a conocer las estadísticas el 23 de marzo, señala en su informe algunas de esas “dificultades” que afectan a la asignatura. Entre ellas, “la nula, escasa o sesgada información a la hora de matricular a los hijos” o “el traslado del horario de las clases de Religión a la primera hora o a la última del día”.

La situación varía según el carácter del centro –en los públicos, los alumnos que cursan Religión son un 62,7%– o la etapa escolar –mientras que en Infantil y Primaria el porcentaje es, respectivamente, de un 77% y un 80%, en Secundaria es de un 58,9% y en Bachillerato de un 42,7%–. Igualmente significativo es el contexto territorial. La Archidiócesis de Oviedo, por ejemplo, depara unos datos que están por debajo de la media nacional. Así, si en Infantil y Primaria el porcentaje estaba en un 83% hace cinco años, en el presente ha bajado hasta el 73%. En Secundaria se queda en un 35% y en Bachillerato apenas llega al 15%.

El delegado de Enseñanza ovetense, Luis Igarza, explica a Vida Nueva que las razones son múltiples. Entre las externas, estarían “la política educativa de algunas administraciones, el rechazo de ciertos claustros a que se imparta la Religión en sus centros o el incumplimiento de la legislación en aspectos como el horario o la atención al alumnado, permitiendo que abandonen la clase quienes no cuentan con una alternativa a la asignatura”. Esta “irregularidad” se da “en dos terceras partes de los centros” ovetenses. A su juicio, otro factor externo sería el “ambiental”: “Estamos ante un cambio de cultura, de sociedad. Bajan los bautismos, las comuniones, los matrimonios…”.

De ahí que afecte, sobre todo, a las matriculaciones en Infantil y Primaria, “pues son los padres quienes apuntan a sus hijos. Y si los padres cada vez son menos practicantes…”. Algo distinto de lo que ocurre en Secundaria y Bachillerato, “donde ya es el alumno el que escoge. Es adolescente, más autónomo e influido por el entorno antes que por su familia”.

Rafael Martín, presidente de la sección andaluza y vicepresidente nacional de APPRECE, el Sindicato de los Profesores de Religión, apunta a la legislación: “Con la LOE, en Secundaria hay una asignatura alternativa, que es Historia y Cultura de las Religiones. Aunque, en la práctica, no se imparta en muchos centros… Pero lo más grave es en Bachillerato, donde no hay alternativa, con lo cual, quienes no escogen Religión tienen tiempo libre”.

No achaca toda la responsabilidad al Gobierno: “La LOE no es mala para nosotros, pues el objetivo era eliminar la asignatura. En la negociación con el Gobierno, en la que participamos, se acordó la alternativa para Secundaria. Podíamos haber conseguido lo mismo con Bachillerato, pero la CEE tensó tanto la situación que al final no hubo acuerdo”. De ahí que pida “no ver fantasmas”: “Sin minusvalorar a laicistas como Europa Laica, que reciben subvenciones públicas a la vez que piden excluir a la Religión de la escuela, nosotros defendemos una escuela plural, incluyente, para creyentes, no creyentes y agnósticos”.

Avelino Revilla, delegado de Enseñanza de Madrid
–diócesis que está un punto por encima de la media nacional–, valora que “casi tres cuartas partes de los estudiantes cursen Religión en los tiempos actuales. Desde 1991, con la LOGSE, los obispos denuncian un calvario para la asignatura. La propia Justicia reconoce que ha de haber alternativa en Bachillerato, pues no contamos con las mismas reglas de juego”. Para él, lo que demandan va “en beneficio de la ciudadanía. Lo religioso forma parte de la cultura. La teología no degrada el conocimiento, sino que es una ciencia”.

Propuestas para un cambio

De ahí que Revilla apueste por “el diálogo con la razón sin renunciar a la fe. Los profesores de Religión no pueden caer en la asepsia, en dar una Historia de las Religiones. Transmitamos una fe razonada. La catequesis no es contraria a la Religión en la escuela, puede ser su complemento”. Para ello, se pueden “transmitir a los alumnos cuestiones cotidianas en su vida, vistas desde la fe”. Rafael Martín, por su parte, pide “no dar las clases como si los alumnos fueran doctores en Teología, pues huyen. Hay que hacer atractiva la asignatura, sabiendo que nos dirigimos al mundo actual y que los alumnos no son seminaristas. No caigamos en el clericalismo”.

En opinión de Igarza, se ha de “potenciar la formación del profesorado, tanto teológica como pedagógica. Su calidad es esencial, en lo humano, en lo cristiano y en lo profesional”. Igualmente, demanda “mayor apoyo eclesial. Hay un déficit en la coordinación con las parroquias. Estas deben cooperar para informar a las familias, asimilando la pastoral educativa”.

En este sentido, la CEE aprobó, en la Plenaria de marzo, el documento La transmisión de la fe. Orientaciones para la acción coordinada de la parroquia, la familia y la escuela, aunque aún está pendiente de ser concluido en la Comisión Permanente.

CONGRESO DE APPRECE EN SEVILLA

Sevilla acogió, los días 17 y 18 de marzo, el I Encuentro Europeo del Sur de Sindicatos de Profesores de Religión, acudiendo representantes de España e Italia. APPRECE, el sindicato dedicado a esta cuestión en nuestro país, estuvo representado, entre otros, por su vicepresidente, Rafael Martín. Como informa a esta revista, el objetivo era aunar estrategias para la “normalización” de la asignatura en sus entornos, adaptándose “a la situación vivida en Europa, donde no se cuestiona constantemente, como aquí, la presencia de lo religioso en la enseñanza”. Con ese fin, alcanzaron un acuerdo por el que buscarán “estar presentes en Bruselas, con sede propia, para hacer más fácil nuestra presencia ante el Parlamento Europeo y la Comisión de Educación de la UE”.

En el nº 2.748 de Vida Nueva.

INFORMACIÓN RELACIONADA

Compartir