‘Encontrarás dragones’: madera de santo

J. L. CELADA | Productores, distribuidores y responsables de promoción no se cansan de repetir por activa y por pasiva que Encontrarás dragones, último trabajo de Roland Joffé, es un drama sobre la reconciliación y el perdón en un contexto bélico como el de la Guerra Civil española. Unánime juicio que, a la postre, es el único indiscutible de todos los que estos días circulan en torno a una cinta que concita opiniones favorables y contrarias con idéntico fervor.

Ni se trata de la versión en celuloide de la vida de san Josemaría Escrivá de Balaguer y la gestación del Opus Dei, como previenen sus detractores, aunque algo hay; ni tampoco del esperado regreso de quien años atrás nos emocionara con Los gritos del silencio (1984) y, sobre todo, con La misión (1986), según proclaman sus defensores. A lo sumo, nos reencuentra con el también creador de La ciudad de la alegría (1992) y su épica descafeinada.

Desvelados estos otros dragones que alteran la cartografía fílmica de cualquier estreno (aquel hic sunt dracones latino del que toma aquí su título, que marcaba los lugares peligrosos de toda travesía y que después hemos dado en llamar “demonios interiores”), atendamos ya a lo que constituye el gran eje argumental de esta historia: un itinerario de santidad concebido en varios episodios (desde la niñez al sacerdocio, pasando por el seminario).

Una narración dispersa y solemnemente magnificada por una prescindible voz en off nos conduce por un lujoso (36 millones dólares tienen la culpa) pero desubicado escenario (un Madrid de barricadas con ¡catedral gótica incluida!), sin otro propósito que el de impartir “lecciones” a cuenta del ejemplar testimonio de vida cristiana de nuestro protagonista.

Saliendo al paso de posibles flaquezas humanas, y para ensalzar más si cabe al cura de Barbastro, el realizador británico contrasta sus cotidianas (y reales) aspiraciones de santificación con la antagónica (y ficticia) figura de un amigo de la infancia. Junto a él y en contraposición a sus ideales, Encontrarás dragones nos enseña a rescatar los sabores divinos hasta de un grano de cacao, a base de trabajo, paciencia, talento y amor; a distinguir una salida profesional de una vocación divina; o a “combatir” al mismísimo Dios con amor.

Todo un catálogo de virtudes que convierten al fundador del Opus en adalid de la paz en medio de tanto odio. El mensaje con mayor calado de una película pródiga en consignas demasiado evidentes.

Menos lo son, sin embargo, las razones que invitarían a recomendar este ejercicio cinematográfico con aires de telenovela, a ratos interesante, casi siempre artificioso y en ningún caso polémico. ¿O alguien le convendría que lo fuera? Ya sabemos que “incluso los santos tienen un pasado”, pero ¿y los pecadores, como Joffé, tendrán futuro?

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: There be dragons.

GUIÓN Y DIRECCIÓN: Roland Joffé.

FOTOGRAFÍA: Gabriel Beristain.

MÚSICA: Stephen Warbeck.

PRODUCCIÓN: Ignacio Gómez-Sancha, Guy J. Louthan, Ignacio Núñez, Roland Joffé.

INTÉRPRETES: Charlie Cox, Wes Bentley, Dougray Scott, Unax Ugalde, Olga Kurylenko, Ana Torrent, Jordi Mollà, Rodrigo Santoro, Geraldine Chaplin, Derek Jacobi, Lily Cole.

En el nº 2.748 de Vida Nueva.

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