Tarazona brinda a Hernández Sola una cálida acogida

El nuevo obispo se marca dos prioridades pastorales: la familia y los más vulnerables

FRAN OTERO | Más de mil personas, según informaron los medios locales, brindaron una cálida bienvenida a Tarazona, el pasado sábado día 19 de marzo, a su nuevo pastor, Eusebio Hernández Sola (Cárcar, Navarra, 1944), en el día de su consagración como obispo. Una ceremonia que llenaron, además, cerca de dos centenares de sacerdotes y numerosas autoridades, tanto religiosas como civiles y militares. Una celebración que presidió el otrora nuncio en España y actual secretario de la Congregación para los Obispos, Manuel Monteiro de Castro, en el Monasterio de Veruela, y que contó con la participación del prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, Joao Braz de Aviz, –Sola  trabajaba en Roma para este organismo– y el nuncio en España, Renzo Fratini.

En su alocución, el nuevo prelado desgranó alguno de los “objetivos pastorales prioritarios”. Aludió a la familia, de la que dijo es “célula fundamental de la sociedad y de la Iglesia; centro donde se instauran las relaciones interpersonales, ricas de interioridad y de entrega gratuita”. “Si queremos construir una sociedad sana, próspera, creadora de bienestar y de entrega gratuita, la tenemos que fundamentar en la familia. Ahí es donde se forja el joven, el hombre y la mujer, el futuro de la sociedad. Asimismo, afirmó que, dentro de sus preocupaciones, reservará “siempre un lugar preferente a las personas más débiles y vulnerables, a los niños, jóvenes, pobres, los enfermos, los ancianos, los emigrantes, los que se encuentran solos, los que han perdido el sentido de la vida, los que se sienten marginados por la sociedad…”.

Hernández Sola también tuvo palabras para los sacerdotes y para la Vida Consagrada. A los presbíteros, les recalcó la necesidad de trabajar “en la misma dirección, con el mismo entusiasmo pastoral”. A las diversas formas de Vida Religiosa, les deseó que su identidad, vida y misión “sirvan para acompañar y revitalizar la vida pastoral de la diócesis”.

Agradecimientos

No concluyó su alocución sin acordarse de sus familiares y amigos, y de los vecinos de Cárcar. Tampoco se olvidó de los Agustinos Recoletos, a los que pertenece: “Gracias por todo lo que habéis hecho conmigo”.

Durante su homilía, Monteiro de Castro definió a Sola como un hombre con “una relevante preparación humana, intelectual, teológica, jurídica y del gobierno central de la Iglesia”, reconocimiento tras el cual repasó la biografía del nuevo prelado. Finalmente, dirigiéndose a él, le dijo: “La Iglesia te consagra hoy obispo, sucesor de los apóstoles, para el munus pastoral en Tarazona y en el Colegio Apostólico. Hermosa misión la de hacer conocer a Jesuscristo”.

En el nº 2.747 de Vida Nueva.

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