Mentiras en el papel

JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | No me resisto a contarles una vieja anécdota que cada día se vuelve más categórica. Como así sea todo lo que se lee, escucha o ve, mejor es irse a Altamira.

Mañana festiva en el centro de una gran urbe europea. El Papa visitaba el país. Un grupo de manifestantes protestaba por la visita. Estampa costumbrista. Tomaba yo un café con un veterano periodista de un conocido rotativo español. Echábamos un ojo a la movida. Calculábamos entre 2.000 y 3.000 personas, siendo generosos. El compañero, buena persona, me decía que tendría que decir 5.000, porque así es la aritmética de su casa.

Y seguimos paseando… comentando, sonriendo y haciendo un poco de flanêur, desde Whitehall hasta St. James y Westminster, bajando hasta Waterloo Bridge. Ya saben en dónde estábamos. En una de las mecas del periodismo y en una de las visitas históricas de este Papa.

Ese día, la prensa británica corregía titulares. Ya no hablaba del “Rottweiler”, refiriéndose a Ratzinger. Le llamaban “Good Boy”. Pasó el examen. Al día siguiente, el periódico de mi colega titulaba: “Veinte mil personas en contra de la visita del Papa”. Lo llamé y me respondió: “Eso es lo que hay”.

director.vidanueva@ppc-editorial.com

En el nº 2.747 de Vida Nueva

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