Libros

El hombre roto por los demonios de la economía


Un libro de Luis González-Carvajal (San Pablo / Universidad Pontificia Comillas, 2010). La recensión es de José Ignacio Calleja.

El hombre roto por los demonios de la economía. El capitalismo neoliberal ante la moral cristiana

Autor: Luis González-Carvajal

Editorial: San Pablo / Universidad Pontificia Comillas

Ciudad: Madrid

Páginas: 272

JOSÉ IGNACIO CALLEJA | Un libro de Luis González-Carvajal siempre es garantía de perfecto equilibrio entre el rigor de la explicación y la amenidad en el estilo. Se trata de una capacidad de equilibrio que el autor no pierde ni siquiera cuando se enfrenta a temas tan áridos, en principio, como la moral económica. Pues de esto se trata ahora, de un tratado casi completo de Moral Cristiana de la Vida Económica: El capitalismo neoliberal ante la moral cristiana. Precisamente es el título (El hombre roto por los demonios de la economía) lo que, quizá, menos me convence, y en el subtítulo, siendo lo mismo que no igual, yo preferiría decir: “La moral cristiana ante el capitalismo neoliberal”, para marcar bien el acento de la ética en “lo social”. Es igual. No es definitivo.

La estructura de la obra es “sencilla y lógica a la vez” –escribe el autor–, y va desde una ajustada presentación del difícil diálogo entre ética y economía como saberes “autónomos”, al desarrollo de tres categorías morales básicas en la ética económica cristiana: justicia, bien común y estructuras de pecado; a continuación, de los modelos de capitalismo conocidos hasta el presente, a sus variantes sobre la propiedad, el lucro y el mercado; y, por fin, de la globalización de la economía capitalista en el presente, a la posibilidad de “una” alternativa o, al menos, con datos en la mano, “de alternativas dentro del capitalismo” (p. 14).

Estructuras de pecado

De esta relación de temas, todos ellos muy bien tratados, pienso que es muy personal y logrado incorporar “las estructuras de pecado”, directamente, como categoría moral básica de la ética económica cristiana (pp. 74-86). Yo se lo agradezco, porque me parece la gran ausente en la conciencia social del cristianismo hasta hoy; y, sobre todo, puesta en relación con la experiencia y la causa de los más pobres (p. 13). De hecho, tratamos de los pobres y de las estructuras de injusticia como un tema más de la moral social cristiana, y no de la hermenéutica peculiar que introducen, reconocidos como categoría “moral” básica del Evangelio.

En cuanto al desarrollo de las distintas cuestiones, todas están bien estudiadas y es suficiente para un lector de cultura ética, social y teológica “media” y “alta”. No es necesariamente un libro para leer de un tirón, sino según situaciones y preguntas que plantea la realidad a cada paso, o como “manual” de un curso “universitario” en la materia. Por tanto, puede aprovecharse parte por parte. Por ejemplo, el capítulo 7 sobre “La nueva economía globalizada” (pp. 203-245) ofrece una síntesis precisa y suficiente de la llamada crisis económica, frente a la nebulosa teórica que no pocas veces nos envuelve. Y así en otros tantos temas.

El texto está muy cuidado en la forma y en la edición. Pertenece a la colección, ‘Teología Comillas’, que dirige el propio autor, pero cuyo número no encuentro por ningún lado. Tampoco en los anteriores. ¿Me equivoco? Sería conveniente indicarlo. Su extensión es la adecuada para los tiempos que corren. Como González-Carvajal es un prodigio de equilibrio, en el exceso de virtud suele estar a menudo la falta.

Cuesta un poco reconocer la radicalidad ético-social que el de Nazaret y su Evangelio representan frente al sistema social capitalista, neoliberalmente gestionado, y frente a la duradera y ponderada “escolástica” de la Doctrina Social de la Iglesia. Pero son ya mis “manías” en la consideración moral de “lo social”. Merece ser leído, y aseguro al lector que comprenderá lo fundamental en la materia, y con sentido moral equilibrado.

En el nº 2.747 de Vida Nueva.

Actualizado
24/03/2011 | 09:23
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