Maroun Lahham: “El Magreb está viviendo una revolución copernicana”

‘Vida Nueva’ entrevista al arzobispo de Túnez


(M. Larburu / J. Lorenzo) Maroun Lahham, palestino de Jordania, es el cabeza de la Iglesia católica en Túnez, un pequeño rebaño que constituye tan solo el 0,2 % de sus 10 millones de habitantes. Con una decena de parroquias, unos 40 sacerdotes de diversas nacionalidades y unas 120 religiosas de una quincena de congregaciones, su labor en medio de esa sociedad es respetada por su buen hacer y entrega. El asesinato, el 18 de febrero, de un joven sacerdote polaco evidenció el cariño que dispensa a la comunidad católica la mayoría del pueblo tunecino. En una carta con motivo de ese trágico suceso, el arzobispo de Túnez lo recordaba aludiendo a la parábola del grano de trigo: “Ha caído, ha muerto y, siguiendo el ejemplo de Cristo al que el P. Marek se había consagrado, ha dado fruto.

Todos los mensajes de solidaridad, todos los gestos de simpatía, las flores depositadas en la puerta de la catedral, los tunecinos y tunecinas que participaron en manifestaciones ante la catedral con eslóganes como ‘Marek, ¡perdón!’, los jóvenes tunecinos que se reunieron en la catedral, el 20 de febrero, con flores, con lágrimas en los ojos… ‘No le hemos matado nosotros –decían–, no ha sido Túnez. ¡Perdonadnos!’. (…) ¿Hacía falta la muerte de un sacerdote para darnos cuenta de toda esta simpatía y de este cariño? El precio es muy caro”.

Ahora, esta Iglesia, en medio de las históricas circunstancias que está viviendo tras las revueltas sociales que acabaron con décadas de gobierno de Ben Ali, quiere buscar también su lugar en esas nuevas coordenadas pero, como señala en esta entrevista a Vida Nueva el arzobispo de Túnez, “siempre inspirada por el espíritu del Concilio Vaticano II, es decir, un espíritu que la mantiene en el mundo, por el mundo y al servicio del mundo; jamás contra el mundo o en paralelo al mundo”.

– Por sus raíces, usted es palestino. ¿Cómo está viviendo los acontecimientos que se están produciendo en el mundo árabe?

– Antes de que esta insurrección se viviera en la Plaza Tahrir, en El Cairo, nosotros la vivimos en Túnez, la nación pionera en estos acontecimientos. Lo vivido a lo largo de aquellas jornadas me recordó los días de la Intifada palestina, aunque esta fue menos pacífica que las manifestaciones en Túnez o en Egipto. Pero con la gran diferencia de que en Palestina, aquella era una insurrección contra unos ocupantes extranjeros, mientras que en nuestro caso, ha sido la población la que se ha levantado en las calles y ciudades contra sus propios dirigentes.

– Usted ha sido “trasplantado” a Túnez como obispo. ¿Cuáles fueron sus sentimientos ante lo acontecido en el país que le acoge y lo que se ha vivido y se sigue viviendo en otros lugares de la región?

– Estoy siguiendo lo que está sucediendo en el norte de África con mucho interés. Porque, primeramente, se trata de mi diócesis y del pueblo al que estoy sirviendo, junto con todo el personal religioso que me acompaña. Además, estoy completamente seguro de que estos países están haciendo una revolución, diría que copernicana, en lo que se refiere al futuro político de todo el mundo árabe, musulmán y africano.

– ¿Había percibido usted algunos síntomas en la sociedad tunecina que hiciesen prever este levantamiento civil?

No, ciertamente, no. Lo que ha acaecido ha sorprendido a todo el mundo, incluso a los servicios secretos de las grandes cancillerías occidentales. Sorpresa, al menos, en cuanto a la amplitud del movimiento y a las consecuencias políticas y sociales que se han derivado de él.

Diálogo interreligioso

– Para su diócesis, el diálogo interreligioso es una de las prioridades. ¿Cree que la nueva situación política y social renovará las oportunidades para este encuentro entre confesiones?

– El diálogo interreligioso es el gran camino del porvenir. Pero, por el momento, tiene que ser un diálogo de verdad, en donde debemos decirnos las cosas con respeto y, también, con claridad.

En el nº 2.746 de Vida Nueva (entrevista íntegra para suscriptores, aquí).

INFORMACIÓN RELACIONADA

Compartir