Colombia recuerda la huella dejada por Juan Pablo II

Varios actos reconocen la trascendencia de su figura en los 25 años de su visita al país


(Jimmy Escobar G. Bogotá) Durante las últimas semanas, están siendo muchas y muy variadas las actividades que se vienen desarrollando en Colombia con carácter celebrativo en memoria de la querida figura de Juan Pablo II, que será beatificado el próximo 1 de mayo. A principios de este mes de marzo, la representación diplomática de Colombia ante la Santa Sede organizó el foro Juan Pablo II y su huella en Colombia 25 años después en torno a la trascendencia del Papa polaco para el país latinoamericano, coincidiendo con el aniversario de su visita a estas tierras.

El acto contó con la presencia –entre otras personalidades– del actual presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón; del nuncio apostólico, Aldo Cavalli; la Canciller María Ángela Holguín; o el ex presidente Belisario Betancur Cuartas, mandatario que gobernaba entonces el país. Dirigentes gremiales, académicos y religiosos rememoraron también en el marco de este encuentro sus vivencias personales y el significado y valor simbólico que en materia de fe generó la presencia papal en 1986.

El presidente Santos destacó la emoción y devoción con las que sus compatriotas acogieron al Pontífice durante una “semana maravillosa” (1-7 de julio), días en los que el pueblo pudo compartir “la sensación de paz que emanaba” de él, recordó el mandatario. En su opinión, Juan Pablo II “dejó una huella indeleble y hermosa en el alma de Colombia”, pues en un tiempo especialmente convulso para el país, sacudido por problemas políticos y desastres naturales, “recibimos esperanzados su palabra sanadora”. Un “mensaje sabio”, añadió, que “sigue siendo fuente de esperanza” para Colombia.

El inquilino en aquella época de la presidencial Casa de Nariño, Belisario Betancur, rememoró “el privilegio que supuso la visita papal y cómo fue testigo de que “el Santo Padre sembraba por doquier las semillas de la paz y la esperanza”.

A lo largo de la jornada, que se prolongó por espacio de cuatro horas y en cuya organización colaboraron también la Fundación Konrad Adenauer y la Fundación Revel, hubo ocasión de escuchar otras voces, como la de Augusto Ramírez Ocampo, Canciller hace más de dos décadas, quien reconoció la impronta dejada por Karol Wojtyla “para los temas fundamentales del país”.

Web desde el Episcopado

Mientras tanto, desde el Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, se prepara el diseño y lanzamiento de una página web dedicada a Juan Pablo II, así como a su proceso de beatificación, que culminará en las próximas semanas. Está previsto que este espacio digital vea la luz a finales del presente mes o principios de abril, de tal manera que hasta julio –coincidiendo con el 25º aniversario de su visita a Colombia– se vaya renovando periódicamente con nuevos materiales que recreen detalles de su vida y de aquel histórico viaje al país.

No obstante, los gestores del proyecto han tenido que hacer frente a la falta de un archivo audiovisual del evento, de tal manera que deberán acudir al Vaticano para contar con imágenes de la época.

Cabe recordar que, en 1986, la vida colombiana atravesaba una década particularmente agitada, pues el año previo a la llegada del Papa dos tragedias sacudieron al pueblo: la toma del Palacio de Justicia a manos del entonces movimiento subversivo M-19 y la avalancha del volcán Nevado del Ruiz, que arrasó el municipio de Armero, departamento del Tolima, y provocó miles de víctimas.

Una tragedia que tendría muy presente en sus oraciones y mensajes Juan Pablo II durante aquella primera semana de julio. Era el viaje número 30 fuera de Italia que realizaba el Pontífice desde que accediera a la Sede de Pedro en 1978, y recorrería un total de trece ciudades colombianas: Bogotá, Chiquinquirá, Tumaco, Popayán, Cali, Chinchiná, Pereira, Medellín, Armero, Lérida, Bucaramanga, Cartagena y Barranquilla.

Finalmente, también la Universidad de La Sabana, uno de los centros católicos de educación superior más destacados del país, perteneciente al Opus Dei, prepara sendas jornadas académicas e informativas dedicadas exclusivamente a comunicadores con el ánimo de instruirles en torno al significado de la beatificación de Juan Pablo II y, por supuesto, de lo que suponen su vida y su legado.

En el nº 2.746 de Vida Nueva

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