Ingeniería

(+ Fernando Sebastián– Arzobispo emérito)

“Estamos a punto de convertirnos en una sociedad de individuos solitarios, resentidos, entretenidos con el juego del sexo durante unos años y amargados para el resto de la vida. Sometidos a las ambiciones y a las manipulaciones del poder”

El matrimonio estable entre varón y mujer, con los hijos y el resto de la familia, es la estructura social original, a partir de la cual las personas se relacionan y se organizan en la sociedad. En esta cálida tierra de los afectos estables y seguros nacemos y crecemos, y luego cada uno organiza su vida con libertad y serenidad.

Pues bien, el gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero ha querido eliminar esta estructura básica. En la legislación española ya no existe el matrimonio. Existe la unión convivencial entre dos personas, independientemente de su sexo, con un vínculo muy frágil, fácilmente soluble. Se da el mismo tratamiento a la unión de varón y mujer que a la de dos mujeres o dos varones. El matrimonio, la unión estable entre varón y mujer, no tiene ningún tratamiento especial. Al Estado le da igual y valora lo mismo una unión estéril que una familia numerosa. Esto es una aberración, diga lo que diga la sabiduría laicista.

Como las leyes crean mentalidad, si Dios no lo remedia, esta visión de las cosas se irá generalizando en poco tiempo. Si no ponemos remedio, la consecuencia previsible es una sociedad disgregada, formada por personas desarraigadas, con muchas experiencias afectivas negativas y dolorosas. La falta de vínculos afectivos estables dará lugar a personalidades aisladas, resentidas, tristes, y en algunos casos con tendencias agresivas. Es una política suicida.

Esto no es aumentar las libertades. Esto es desorientar la libertad de los jóvenes. Estamos a punto de convertirnos en una sociedad de individuos solitarios, resentidos, entretenidos con el juego del sexo durante unos años y amargados para el resto de la vida. Sometidos a las ambiciones y a las manipulaciones del poder. ¿Es ésta la verdadera razón de toda esta ingeniería?

En el nº 2.742 de Vida Nueva.

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