(Juan Rubio, director de Vida Nueva) Me cuentan desde Roma que andaban el otro día en animada y buena conversación Celso Morga y Joseph Tobin, los segundos de Clero y Vida Religiosa. Los de arriba y los de abajo (según la ubicación de ambos discasterios en el edificio vaticano). Y que bromeaban y se comprometían a trabajar juntos.
Andaba por medio el nuevo obispo de Tarazona, Eusebio Hernández, buen conocedor de ambas plantas. Un buen gesto que por estos lares hispanos debería imitarse.
Es verdad que clérigos y religiosos, en la vida pastoral, logran entenderse y que los laicos no aprecian divergencias, pero también es verdad que las hay. Y quizás sea España el lugar en el que más se escenifica esa triste división.
Una vez más, y no nos cansaremos de decirlo, hay que abogar por esas buenas “mutuas relaciones”. Desde arriba es obligación impulsarlas y, desde abajo, llevarlas a la práctica.
En Roma han cambiado los aires al respecto y esperamos que en España, tan atenta a Roma y sus movimientos, también se copie esta situación.
Y me decía mi informador que ambos se comprometían a poner un corredor y establecer puentes más sólidos, haciendo más expedita la escalera que los separa.
- La crónica del director: El silencio de los teólogos en España
En el nº 2.742 de Vida Nueva.
