Ricardo Ezzati: “La Iglesia existe para evangelizar”

El arzobispo repasa sus desafíos pastorales ante su toma de posesión en Santiago

(J. L. Celada) No viene “a imponer ningún plan”, sino a incorporarse a un proceso que es “de toda la Iglesia”. Ésta es la gran apuesta pastoral de Ricardo Ezzati Andrello en vísperas de su toma de posesión como nuevo arzobispo de Santiago, el 15 de enero. En una entrevista con Encuentro, publicación del propio Arzobispado, el prelado salesiano desgrana algunos de los desafíos que deberá afrontar al cargo de una archidiócesis por la que ya pasó como obispo auxiliar, antes de ser nombrado arzobispo de Concepción, su último destino.

Su lema episcopal (Para evangelizar) resume cuál es el mejor servicio que la Iglesia puede ofrecer hoy en día a la sociedad chilena, porque ése es “el gozo y la misión” de la misma. “La Iglesia existe para evangelizar”, afirma. Lo que supone contribuir a que cada compatriota “se pueda encontrar con Jesucristo y pueda encontrar en él el sentido de la propia vida”. Si la Iglesia logra mediar para hacerlo más auténtico, “estará dando aporte a la construcción de una sociedad chilena bella, buena, que tiene futuro”, explica confiado.

Educación de calidad

Todo ello pasa –entre otros aspectos– por el cultivo de una “educación de calidad”, que no sólo atienda al conocimiento, sino “centrada en la persona humana”. Porque el individuo “es también corazón, voluntad y capacidad de relacionarse”, recuerda Ezzati. “Educación a la solidaridad” lo denomina él, mientras reclama que la actual reforma educativa abarque todos esos ámbitos como ya viene haciendo la educación católica.

Preguntado más adelante sobre la oposición de la Iglesia al “aborto terapéutico”, el también presidente de la Conferencia Episcopal de Chile esgrime argumentos “de orden teológico” y “racional” para defender que “la persona no puede ser sometida a ningún otro criterio que no sea el de la propia dignidad humana”.

Consciente de que su generación ha cometido errores en el acompañamiento a los jóvenes (los más vulnerables de este colectivo son la gran prioridad de la Iglesia chilena para 2011), Ezzati reivindica, asimismo, una “conversión pastoral” que empuje a “amar mucho y creer mucho en las potencialidades” de esas nuevas generaciones y que les ayude a “resignificar el mensaje de Jesucristo”.

No falta, finalmente, una llamada del nuevo arzobispo de Santiago a promover el ideal cristiano de familia frente a otros núcleos familiares que no necesariamente son una “expresión cultural”, y sí “un fenómeno que hay que tenerlo en cuenta, porque interpela fuertemente”.

En el nº 2.737 de Vida Nueva.

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