Regalo de Reyes

(José Mª Rodríguez Olaizola– Sociólogo jesuita)

“Creo que la capacidad de regalar habla de otra capacidad aún mayor, que es la capacidad de amar (que, llevado a su grado extremo, es adorar, es decir, querer incondicionalmente, radicalmente). Y la fiesta de los Magos nos enseña, nos recuerda, que lo que nos hace personas es esa capacidad de querer”

Esta columna verá la luz en torno a la Epifanía, y aquí los que regalan son los Reyes Magos de toda la vida, así que va por ellos. De los magos de Oriente la Biblia no nos dice que se llamasen Melchor, Gaspar y Baltasar, que fueran reyes ni tan siquiera que fueran tres. Pero sí nos dice que hicieron regalos al niño.

Regalar es algo muy humano. Todos conocemos gente muy crítica, que rápidamente denuncia la dimensión consumista que viene asociada a fechas de regalos. También es verdad que en torno al mundo del regalo hay muchas costumbres que han perdido el sentido para convertirse en una cuestión mucho más práctica (por ejemplo, las listas de bodas). Pero si podemos ver más allá, hay algo mucho más hondo, primero, primario y visceral en esa capacidad de dar. Y es que cuando de verdad quieres mucho a alguien, esperas que un regalo sea toda una declaración de ese aprecio. Entonces el regalo no es por cumplir, o por que toca, sino que maquinas, piensas, buscas que tenga un toque personal… quieres que sirva para establecer un vínculo… te anticipas pensando si le va a gustar, si le va a servir, si le va a alegrar…

Detrás de todo esto, lo que hay es cariño, preocupación, un amor que, en un momento determinado, quiere algo bueno para el otro. Un amor que pasa por vaciarse. Regalar es ofrecer un vínculo. Es expresar aprecio. Es señalar la importancia que te merece el otro. Es, en el fondo, ofrecerte sin imponerte, sin exigir, sin negociar… Creo que la capacidad de regalar habla de otra capacidad aún mayor, que es la capacidad de amar (que, llevado a su grado extremo, es adorar, es decir, querer incondicionalmente, radicalmente). Y la fiesta de los Magos nos enseña, nos recuerda, que lo que nos hace personas es esa capacidad de querer. Con pasión.

jmolaizola@vidanueva.es

En el nº 2.736 de Vida Nueva.

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