Nuevo obispo para las diócesis de Huesca y de Jaca

Julián Ruiz Martorell era hasta ahora vicario general del Arzobispado de Zaragoza

El obispo, en su presentación a la prensa

(J. Lorenzo) Tras once meses de espera desde el traslado de Jesús Sanz Montes al Arzobispado de Oviedo, los fieles de Huesca y de Jaca cuentan ya con nuevo pastor. Se trata de Julián Ruiz Martorell, hasta ahora vicario general de la Archidiócesis de Zaragoza, un “hombre de casa” a pesar de haber nacido en Cuenca en 1957, pero cuya formación desde muy pronto ha estado ligada a las diócesis aragonesas.

El nombramiento ha sido bien acogido en ambas sedes, aunque hubiesen preferido no tener que compartir pastor. En este sentido, Sanz Montes les había manifestado su intención de informar sobre la conveniencia de volver a la situación anterior, en la que tanto Huesca como Jaca tenían su propio obispo. Pero no pudo ser, al igual que tampoco pudo salir de la primera terna enviada a Roma el nombre de su sucesor.

Así pues, el 30 de diciembre, la Nunciatura hizo pública la designación de Ruiz Martorell como pastor de las diócesis de Huesca y de Jaca, unidas in persona episcopi. Su consagración episcopal tendrá lugar el 5 de marzo en la catedral de Huesca y, al día siguiente, tomará posesión en la de Jaca de esa diócesis pirenaica.

Ruiz Martorell realizó los estudios eclesiásticos en el Seminario Metropolitano de Zaragoza. Es licenciado en Teología Dogmática por la Gregoriana y en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico. “Muy humilde, trabajador y austero”, como destacan quienes le conocen, su labor hasta el momento ha sido más formativa que pastoral, destacando sus años (1998-2005) al frente del Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón –a donde lo llevó el arzobispo emérito de Zaragoza, Elías Yanes–, de donde algunos obispos han ido retirando a sus seminaristas para enviarlos a otros considerados doctrinalmente más seguros.

Con este nombramiento, de similares características al de Teruel-Albarracín (Carlos Escribano es también “un hombre de casa”, formado en Zaragoza a la sombra de D. Elías), la Iglesia en Aragón recupera un cierto equilibrio en el origen, al menos sentimental, de sus obispos.

Auxiliar para Sevilla

Unos días antes, el 18 de diciembre, se hacía público el nombramiento –éste más controvertido– como obispo auxiliar de Sevilla de Santiago Gómez Sierra, hasta el momento deán de la catedral de Córdoba, diócesis en donde había colaborado con el actual arzobispo hispalense, Juan José Asenjo. Nacido en Madridejos (Toledo) en 1957, realizó los estudios eclesiásticos en el Seminario Mayor de Córdoba, obtuvo la licenciatura en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense de Madrid y la licenciatura en Teología por la Pontificia Comillas. Era muy conocido desde su designación, en 2007, como presidente del Consejo de Administración de Cajasur.

En el nº 2.736 de Vida Nueva.

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