Los carmelitas de Ávila ofrecen vivir unas Navidades auténticas

Los religiosos que dirigen el CITeS recuperan la esencia de las fiestas

(Marina de Miguel– Fotos: CITeS) Una Navidad de sencillez, fraternidad, celebración y alegría; en definitiva, una Navidad cristiana. Ésta es la propuesta que los padres carmelitas que dirigen en Ávila el Centro Internacional Teresiano-Sanjuanista (CITeS) hacen a aquellas personas o familias que se sientan solas en estas fechas o que busquen recuperar la esencia de esta festividad.

“No se trata de hacer ningún tipo de curso o actividad extraordinaria. Queremos vivir la Navidad, con sus diferentes actos litúrgicos, en compañía de quienes lo deseen”, explica el director del centro, Francisco J. Sancho Fermín, indicando que la campaña Nadie solo en Navidad tendrá lugar del 19 de diciembre al 7 de enero.

El traslado, hace dos años, al impresionante edificio con forma de estrella que hoy alberga la primera Universidad de la Mística fue el detonante que hizo posible la materialización de esta invitación. “El objetivo principal es crear comunión y favorecer una vivencia de la Navidad con sencillez, fuera del ajetreo consumista y de la nostalgia de la soledad. Todo ello, en una fraternidad que ora, celebra y hace fiesta”, apunta el director.

Una vivencia más honda

De los huéspedes, Rómulo Cuartas Londoño, subdirector del CITeS, destaca su “disponibilidad para compartir el hondo significado de estos días”, ya que el mero hecho de acudir a esta cita “es signo de que buscan algo más auténtico”. Así, recuerda la pasada Navidad, en la que acogieron a unas 20 personas, entre laicos jóvenes, parejas y dos familias, cada una con dos niños menores de diez años. Los pequeños mostraron una especial disposición a estar en este ambiente.

Como no podía ser de otra manera, santa Teresa de Jesús está muy presente en esta iniciativa, pues, como afirma Francisco J. Sancho, aquí se vive muy al estilo de la mística: “La fraternidad, el estar juntos, es ya en sí misma una fiesta”.

Todos los participantes pueden unirse a la comunidad religiosa en los oficios litúrgicos de la eucaristía, laudes y vísperas, así como tomar los alimentos en común. El resto del tiempo es libre, cada uno puede emplearlo como quiera. El 23 de diciembre habrá una especie de cóctel de bienvenida para que todos se conozcan un poco más, y el 24 se desarrollará uno de los momentos cumbre, la cena de Navidad, acorde con la tradición. Tras ella, todos acuden a la Misa del Gallo.

Esta forma de vivir la Navidad se ha convertido en algo especial para los propios carmelitas. “La comunidad del CITeS es una comunidad especial, en el sentido de que todas las actividades que se realizan son compartidas. Se ha renunciado, en cierto modo, a muchos espacios de intimidad, para compartirlos en la fraternidad”, apunta Sancho.

Más información en el nº 2.734 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, vea el reportaje íntegro aquí.

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