Juan Sebastián Bach y la Biblia

(Nuria Calduch-Benages– Misionera de las Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret y experta en Sagrada Escritura)

“La Biblia ha inspirado muchas obras de arte en la historia de la humanidad. Por medio de sus creaciones, los artistas han interpretado los textos bíblicos en clave literaria, pictórica, arquitectónica, esculpida… En nuestro caso se trata de una exégesis sonora que nos conduce a Dios por medio de la música y el canto polifónico”

La relación entre la Biblia y las creaciones de Juan Sebastián Bach (1685-1750) es muy estrecha y se manifiesta en el amplio repertorio del maestro. Como cantor de la iglesia de santo Tomás de Leipzig, su tarea consistía en componer cantatas, pasiones y oratorios.

La composición de motetes, en cambio, respondía a encargos para ocasiones específicas, especialmente los servicios litúrgicos para los difuntos. Valga un ejemplo. El motete Jesu, meine Freude (Jesús, mi alegría) fue compuesto para un servicio religioso celebrado el 18 de julio de 1723 en memoria de Johanna Maria Rappold, hija del pastor de la iglesia de San Nicolás y esposa de un comerciante, consejero municipal y alto funcionario de correos, Johann Jacob Kees.

Recordemos que los seis motetes de Bach están compuestos a partir de la combinación de un texto bíblico y las estrofas de un cántico que se alternan de una pieza a la otra. Pues bien, en el oficio celebrado en honor de la venerable dama apenas citada, se leyó un fragmento del capítulo 8 de la epístola a los Romanos en la traducción de Lutero (Rom 8,1-11), o sea, lectura prevista para el oficio de difuntos. Por su parte, Bach hace alternar en su motete las seis estrofas del cántico Jesu, meine Freude, escrito por Johann Franck (1650) sobre una melodía de Johann Crüger (1653), con los versículos 1, 2, 9 y 11 de Romanos 8.

La Biblia ha inspirado muchas obras de arte en la historia de la humanidad. Por medio de sus creaciones, los artistas han interpretado los textos bíblicos en clave literaria, pictórica, arquitectónica, esculpida… En nuestro caso se trata de una exégesis sonora que nos conduce a Dios por medio de la música y el canto polifónico.

En el nº 2.734 de Vida Nueva.

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