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Cuestiones sobre los Vicios Capitales


Esta obra (Editorial San Esteban, 2010) es recensionada por José Ramón Amor Pan.

Cuestiones sobre los Vicios Capitales

Santo Tomás de Aquino

Editorial San Esteban

Ciudad: Salamanca

Páginas: 473

(José Ramón Amor Pan) Una de las lagunas que arrastramos quienes nos hemos especializado en Teología Moral a lo largo de los últimos veinte años es el profundo desconocimiento que tenemos de la moral aquinate, a pesar de ser ésta un elemento básico de aquélla. Esto se explica, creo yo, por esa extraña ley del péndulo que nos lleva de un extremo (el exceso de otros tiempos) al otro (su casi nula presencia en los actuales planes de estudios). Además, en esa época de “inflación tomista” ocurría también que muchas veces el conocimiento que se tenía de santo Tomás de Aquino provenía más de sus comentaristas y no tanto del contacto directo con sus obras, lo que distorsionaba la adecuada recepción de las ideas originales y lo hacía menos apetecible. Todo ello nos lleva a felicitar por partida doble a la Editorial San Esteban y a Antonio Osuna (responsable de la presente edición) por poner a nuestro alcance esta importante obra de la producción aquinate: Cuestiones sobre los Vicios Capitales.

El libro, de bellísima factura, en edición bilingüe y con una introducción y unas notas e índices que facilitan notablemente el acercamiento al mismo, nos permite superar esa insuficiencia formativa. Uno de los grandes temas del papa actual, Benedicto XVI,  es la necesidad de tender un puente entre fe y racionalidad; llega a decir en el reciente libro-entrevista con el periodista Peter Seewald, Luz del mundo: “Pienso que, ya que Dios ha hecho papa a un profesor, quería que precisamente este aspecto de la reflexividad, y en especial la lucha por la unidad de fe y razón, pasaran al primer término” (p. 91). No cabe duda de que santo Tomás de Aquino representa uno de los mejores y más logrados ejemplos de esa lucha.

Cuando, además, el relativismo invade actualmente todo el panorama social y cultural, hasta el punto de que aquí parece que nadie peca, que nadie hace el mal, llevar a cabo un repaso de los vicios capitales de la mano del Doctor Angélico es  un ejercicio más que oportuno y deseable. Y junto con los siete vicios o pecados capitales (soberbia, envidia, ira, pereza, avaricia, gula y lujuria, ¿se acuerdan?), habrá que repasar también las virtudes correspondientes, también capitales, pues no se trata tan sólo de denunciar lo malo, sino, sobre todo, de orientar hacia el bien: humildad, caridad, paciencia, diligencia, generosidad, templanza y castidad. Ánimo, el empeño vale la pena.

En el nº 2.734 de Vida Nueva.

Actualizado
17/12/2010 | 08:32
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