Una Navidad ecléctica

(Juan Rubio– Director de Vida Nueva)

Todo nos parece poco para fomentar la interculturalidad, la alianza de civilizaciones, el espacio que nos abra a otras culturas y nos haga partícipes de ellas. Es de alabar el gusto de quienes nos hacen viajar a otra cultura con tan sólo asomarnos a lugares en donde se pueden conocer los mundos peruanos, rumanos, argelinos o nigerianos. Lo que ya no parece moderno es el villancico y la zambomba; el belén o los Magos. Huimos de los pastores y de los ángeles como de la peste. “Cortylandia” es un mundo de ficción que no quiere molestar con su espeso eclecticismo. Los anuncios de televisión huyen de lo religioso como el gato del agua fría. Las cabalgatas de Reyes peligran; en la iluminación callejera desaparece el símbolo religioso. Menos mal que aún puedes encontrar a grupos de latinos que nos hacen llegar los sonidos de la Navidad con sus villancicos. Gracias a ellos hay cosas que permanecen. Me lo decía un viejo profesor: España copia y llega tarde. Somos de lo peor cuando queremos ser esnobs. El villancico debe ser declarado bien de interés cultural y la zambomba callejera, pieza de museo. Aquí cabe todo menos lo nuestro. El futuro denunciará tal estulticia.

Publicado en el nº 2.733 de Vida Nueva (del 11 al 17 de diciembre de 2010).

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