Los obispos donan a Cáritas cuatro millones de euros

La Asamblea Plenaria acuerda aumentar la cantidad, a pesar de que prevé un descenso en la recaudación por IRPF

Los obispos se saludan momentos antes del inicio de la Asamblea Plenaria

(Fran Otero) Los obispos españoles cerraron la semana pasada su XCVI Asamblea Plenaria con los ecos, todavía audibles, de las palabras de Benedicto XVI sobre el preservativo recogidas en el libro-entrevista Luz del Mundo, de Peter Seewald, y que protagonizaron la rueda de prensa final. Ecos y reacciones que apenas afectaron a sus trabajos porque, aunque se repartió el libro entre los prelados, no se trató en las reuniones.

El Episcopado dedicó las casi cinco jornadas de trabajo a resolver asuntos pendientes, como la renovación de Fernando Giménez Barriocanal al frente de la Vicesecretaría para Asuntos Económicos, y el Presupuesto del Fondo Común Interdiocesano; o para analizar y debatir documentos sobre el bautismo, la catequesis y la cooperación misionera. El primero, titulado Confesamos un solo Bautismo para el perdón de los pecados –una declaración de reconocimiento recíproco y que podrá ser firmada por la Iglesia Española Reformada Episcopal (Comunión Anglicana)–, fue aprobado; sobre los otros dos, se seguirá trabajando.

También se abordaron diversos temas de seguimiento y actividades de las comisiones episcopales, como los preparativos para la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011 o el encuentro entre obispos europeos y africanos que ha tenido lugar en Abidjan (Costa de Marfil) a mediados del pasado mes, y al que asistió el obispo de Tenerife.

Destaca, sobre todo, la decisión de los obispos de aumentar la colaboración económica que vienen prestando en los últimos años a las Cáritas diocesanas. Este curso, se entregarán cuatro millones de euros, en lugar de los 2,9 millones del año pasado. Todo ello, pese a que, según explicó Barriocanal, se prevé “un descenso significativo” en los fondos a recibir a través de la Asignación Tributaria por la bajada en la recaudación del IRPF. “No deja de ser un signo ante las necesidades que se plantean en este momento. Un signo que quiere ser alentador para la generosidad de los católicos y las comunidades eclesiales”, explicó el secretario general de la CEE.

También en materia económica, el Episcopado ha decidido dejar pendiente la cantidad a consignar en los presupuestos del Fondo Común Interdiocesano para 2011, manteniendo, de forma provisional, la misma cantidad que en 2010 hasta que se disponga de datos fiables sobre la asignación tributaria correspondiente a 2009. Cuando esto se produzca, se corregirá al alza o a la baja, dependiendo de su resultado. Cabe recordar que estos presupuestos se nutren de dos importes: el pago a cuenta de la Asignación Tributaria de 2011, esto es, el avance que otorga el Estado; y la citada liquidación de la correspondiente a 2009 (campaña primavera de 2010).

En mitad de la semana, y entre reuniones, los prelados españoles pudieron tocar y ver de cerca la Copa del Mundo lograda por la Selección Española de la mano del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, y del seleccionador, Vicente del Bosque. En un sencillo acto, el presidente de la CEE, Antonio María Rouco Varela, destacó “el espíritu de equipo”, “el ejemplo de cooperación” y “las virtudes humanas y cristianas” del equipo español. Villar aprovechó la ocasión para pedir a Rouco mediación para llevar el trofeo ante el Pontífice.

También tuvieron un protagonismo especial el arzobispo emérito castrense y recientemente elevado a cardenal por Benedicto XVI, José Manuel Estepa, y el arzobispo de Valladolid y vicepresidente de la CEE, Ricardo Blázquez. El primero, porque, con motivo de su nombramiento, presidió la habitual Eucaristía que los obispos concelebran durante la Plenaria; y el segundo, porque ya cuenta con su retrato en el hall de acceso al salón de la Plenaria.

Preservativo

Y aunque las reacciones al libro de Seewald no afectaron a la Plenaria, el secretario general sí tuvo que responder a las numerosas preguntas suscitadas por los periodistas en la rueda de prensa final el pasado día 26. Se limitó a decir que las palabras de Benedicto XVI eran muy claras y que no suponían ninguna novedad en la moral católica. En este sentido, explicó que el Pontífice no legitima “ni de lejos” la prostitución ni el preservativo y que su uso se da “en un contexto de inmoralidad”.

También respondió a cuestiones como las misas en el Valle de los Caídos o la ley de muerte digna anunciada recientemente por el Gobierno. Sobre la primera cuestión, informó de que había transmitido, a petición de los obispos, un mensaje “de cercanía, apoyo y oración” al abad de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. No quiso entrar a valorar la propuesta legislativa, aunque recordó que “no se puede matar a ningún ser humano”.

En el nº 2.732 de Vida Nueva.

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