Esta obra de Raúl Berzosa (Khaf, 2010) es recensionada por Diego Tenorio.
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Donde el viento y el espíritu hablan. Parábolas de luz y libertad para despertar
Autor: Raúl Berzosa
Editorial: Khaf
Ciudad: Madrid
Páginas: 103
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(Diego Tenorio) El lenguaje de la parábola es uno de los recursos pastorales más usados en la literatura religiosa. Ediciones Khaf, del Grupo Luis Vives, ha publicado en su colección ‘Expresiones’ un manojo de parábolas del obispo auxiliar de Oviedo, Raúl Berzosa, con el título Donde el Viento y el Espíritu hablan. Parábolas de luz y libertad para despertar. Todas las parábolas están llenas de vida. Como corriente interna, fluye un talante de esperanza. Es un libro optimista, escrito de forma ágil, y que puede servir para reuniones con jóvenes en los diversos ámbitos pastorales. No es un tratado, sino una aproximación desde el interior a la cotidianidad.
El enfoque no es novedoso, aunque los registros que laten en el mismo tienen como novedad la actualidad y el dato objetivo, que el autor subjetiva. Berzosa reflexiona sobre anécdotas y acontecimientos de la vida de los jóvenes y de su propia vida. Algunos tienen sabor de memoria personal y recogen experiencias propias.
El desierto, una figura muy explotada en la literatura religiosa, le sirve de base al autor para invitar a una reflexión desde el silencio que ofrece el desierto, sinónimo de interioridad y de experiencias radicales, de encuentro con personas y con el Misterio. No es un tratado teológico ni bíblico sobre el desierto. Es un relato desde la agenda personal. Desde ahí se redescubren las claves de la vida; desde el silencio y desde el desierto; desde el encuentro con Dios.
Un libro para retiros, encuentros, oración o para las tareas educativas. Cine, música, libros.… Un lenguaje, en definitiva, no muy alejado del público joven y de los agentes de pastoral, que en estas páginas tienen una oportunidad más para la labor, cada vez más urgente, de la imaginación pastoral.
El libro es un relato de la vida. Dice su autor que dejó de ser ficción para convertirse en realidad encarnada. “Es una parábola que empecé a narrarme a mí mismo, y a narrar a otros en mi juventud, y que hoy recojo, una vez más, como fruto de mayor madurez”. Los escritos son como masa en las manos del panadero. Vueltas y más vueltas en cada etapa existencial.
El esfuerzo editorial es importante. El diseño, de portada e interior, está muy cuidado y nos acerca mejor al contenido del libro. Tanto sus colores como el formato lo hacen asequible al público más joven.
Una obra, en suma, que puede servir como regalo y como instrumento para la mochila.
En el nº 2.731 de Vida Nueva.
