El Informe 2010 de AIN lo atribuye a una radicalización del mundo musulmán
(María Gómez) “Me gustaría deciros algo positivo, pero desgraciadamente la situación ha empeorado en los dos últimos años”. La reflexión de Javier Menéndez Ros, director de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) en España, no deja lugar a dudas: el ejercicio de la libertad religiosa en el mundo va a peor; en general, cada vez es más difícil expresar o vivir la propia fe, debido a las limitaciones legales del Estado en el que se reside o por la violencia generada por la intolerancia social ante quien profesa una religión distinta de la propia. Así lo constata el Informe sobre Libertad Religiosa en el Mundo 2010, que cada dos años elabora AIN y que se acaba de presentar en Suiza, Francia, Portugal, Italia y España.
Menéndez Ros estuvo en la rueda de prensa que tuvo lugar en Madrid el 23 de noviembre y señaló una gran causa a la que atribuir este deterioro en el ejercicio de un derecho tan fundamental e “íntimo”: la “mayor radicalización del mundo musulmán”, que se traduce en un “mayor fanatismo, mayor intolerancia y cada vez más tratos vejatorios para los cristianos”.
De izq. a dcha., Javier Fariñas, de Departamento de Comunicación de AIN; el salesiano español en Pakistán Miguel Ángel Ruiz; y Javier Menéndez Ros, director de AIN España
De los 194 países analizados en este estudio, se señalan 21 de especial preocupación: Arabia Saudí, Bangladesh, China, Corea del Norte, Cuba, Egipto, Eritrea, India, Indonesia, Irak, Irán, Laos, Maldivas, Myanmar, Nigeria, Pakistán, Somalia, Sudán, Uzbekistán, Vietnam y Yemen. “Gran parte de estos países –explicó Menéndez Ros– pertenecen, si no a regímenes dictatoriales, sí a regímenes donde rige la ley islámica o donde se incumple la práctica de la libertad religiosa. Hay un principio básico: en los países donde no existe libertad religiosa, indefectiblemente falta libertad democrática”.
Preguntado por los países que tendrían el dudoso honor de estar a la cabeza de esta lista, el director de AIN España se queda con dos: “China es un país que, ciertamente, nos preocupa, pese al lavado de imagen que quiso llevar a cabo durante los Juegos Olímpicos. Y después destacaría a Irak, que está sufriendo no sólo un exterminio, sino una de las mayores emigraciones que se está produciendo en el mundo, tanto de cristianos como de personas de cualquier religión. Es un drama humano que también ocurre en Tierra Santa, en Pakistán o en la India”.
“Son 200 millones de cristianos los que están siendo perseguidos en el mundo, a los que añadimos 150 millones más, discriminados a causa de su fe”, añadió Javier Menéndez.
El misionero español Miguel Ángel Ruiz también participó en la rueda de prensa, en calidad de religioso católico en Pakistán, un “país que sufre”, entre otras cosas, por los actos de terrorismo que afectan a todos y por una “injusta” ley de la blasfemia que se está ensañando con las minorías. No obstante, el salesiano recomendó “evitar prejuicios al acercarnos a un país musulmán, porque el islam es una fe que hoy siguen cientos de millones de personas en todo el mundo y a la cual la Iglesia se acerca con todo el afecto y el afán de establecer armonía, paz y unos lazos de hermandad que nos permitan vivir juntos y crecer como comunidades distintas que somos, pero respetándonos mutuamente”.
El Informe de AIN abarca el período de enero de 2009 a abril de 2010, se edita en seis idiomas (inglés, italiano, francés, español, portugués y alemán) y está disponible íntegro en www.ain-es.org.
–
HOSTILIDAD HACIA LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA
En el Norte del continente americano no se registran “problemas significativos”, pero en el Sur la cuestión es distinta, según el informe de AIN: en Bolivia hay una “actitud hostil” hacia la Iglesia manifestada en “numerosas declaraciones gubernamentales”; en Perú, la Iglesia se opone a un controvertido proyecto de ley sobre libertad religiosa; en Brasil los obispos han denunciado una “ola de agresiones contra representantes del clero” y existen “numerosos motivos de conflicto” entre las autoridades políticas y la jerarquía católica; y en Colombia se denuncia el asesinato de cinco sacerdotes en la zona dominada por las FARC. En Cuba, la legislación y las prácticas administrativas han mostrado “señales de apertura”, pero “se mantiene una enorme incertidumbre” sobre la evolución del régimen. Y en Venezuela, la ley sobre Educación no sólo no hace ninguna referencia a la instrucción religiosa, sino que el Estado asume el control doctrinal sobre la educación y prevé sanciones si se enseñan principios “contrarios a la soberanía nacional”.
En el nº 2.731 de Vida Nueva.
————
