Aprendiendo a volar

En el camino

(J. L. Celada) Entre 1992 y 1995, Bosnia fue el sangriento escenario de un enfrentamiento fratricida que dejó cerca de cien mil muertos y casi dos millones de desplazados. Hasta entonces, esta pequeña república de la antigua Yugoslavia era un modelo de Estado multicultural y de pacífica convivencia entre vecinos (serbios, croatas y musulmanes). Sin embargo, cegada por la “limpieza étnica” y la “intensificación” de la identidad religiosa enarboladas durante el conflicto, la Suiza de los Balcanes se transformaría –según Huntington– en el Irán de los Balcanes.

Sarajevo, 2010. Han pasado 15 largos años desde que Europa escribiera una de las páginas más trágicas de su historia contemporánea, pero su huella se deja sentir aún con fuerza en varias generaciones. Y la cineasta Jasmila Zbanic, apenas una veinteañera cuando ocurrió todo aquello, está dispuesta a seguir extrayendo lecciones del horror o, al menos, a mostrarnos cómo sus compatriotas han tenido que aprender a vivir con él.

Ya lo hizo en la multipremiada Grbavica, el secreto de Esma (2006), y vuelve ahora a la carga con su nuevo trabajo, En el camino, una interesante mirada sobre la siempre compleja asignatura de la reconciliación: entre el pasado y el presente, la tradición y la modernidad, las leyes civiles y la Ley de Dios, una esposa y su marido… También sobre la reconciliación de un hombre con sus heridas y de una mujer con sus sueños.

Porque en ésas anda el matrimonio protagonista, obligado a conjugar el amor que se profesa con una religión que, si bien proporciona consuelo a este ex combatiente, introduce en la pareja serias amenazas en forma de renuncias o un peligroso complejo de culpa. Ella es azafata y él controlador aéreo, profesiones de hoy en un país con graves estigmas de ayer (recuerdos demasiado vivos de atroces crímenes de padres o hermanos, visitas al hogar perdido de la infancia…), aunque ambos encarnan la triste paradoja de un pueblo que todavía está aprendiendo a volar. “Sueño con autopistas, pero uso comarcales”, repite machaconamente una de las canciones de la cinta.

La cámara de Zbanic sobrevuela las calles y el aeropuerto de la capital bosnia para mostrarnos la apacible rutina de la paz; la política, no la de los corazones, desbordados por un caudal de sentimientos a la deriva, especialmente los religiosos. Momentos que aprovecha la directora para subrayar el contraste entre dos mundos y denunciar cualquier clase de fundamentalismo (en este caso, el islámico), porque –muy al contrario de lo que sostienen algunas sociedades occidentales– las creencias resultan determinantes en la configuración de las relaciones familiares, sociales y nacionales. Un hecho del que da fe esta notable película, sorteando victimismos, excesos o caricaturas. Lo sucedido en Bosnia no admite tales deslices.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Na putu

GUIÓN Y DIRECCIÓN: Jasmila Zbanic

FOTOGRAFÍA: Christine A. Maier

PRODUCCIÓN:
Damir Ibrahimovic, Bruno Wagner, Barbara Albert, Karl Baumgartner, Raimond Goebel y Leon Lucev

INTÉRPRETES:
Zrinca Cvitesic, Leon Lucev, Ermin Bravo, Mirjana Karanovic, Marija Köhn, Nina Violic, Sebastian Cavazza, Jasna Ornela Bery

En el nº 2.730 de Vida Nueva.

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