La perversidad de la Exclusión

(Fray Héctor Lugo García, OFM)

“Necesitamos crear escuelas de inclusión frente a las crecientes escuelas de exclusión. Con su creación, recuperamos la persona, utilizando una pedagogía humanizadora y formadora. En éstas luchamos contra las exclusiones ideadas por alguien que manda y para quien los demás existen solo en la medida en que obedezcan y acojan los parámetros de quien gobierna, de lo contrario son excluidos”

Puesto que vivimos un momento histórico que podemos denominar naufragio cultural, hemos de alertar nuestra sociedad ante la perversa subcultura de la exclusión que domina la mentalidad actual. Vivimos inmersos en esta desconcertante subcultura, con la cual se inicia el naufragio cultural, que crea excluidos de la sociedad, porque se salen de los parámetros, piensan, obran diferente y  viven en la periferia de la sociedad.

Los excluidos no son solo los desplazados o los “inexistentes”, son también aquellos a quienes ignoramos, colocándoles barreras elaboradas desde las escuelas de la exclusión. Para una persona humana, todas las personas son al igual que las culturas, interlocutores válidos, aunque su visión sea  opuesta a la suya, pues lo que cuenta es ser capaces de dialogar, pues el futuro de la cultura de la inclusión, dependerá de la participación que le ofrezcamos al otro en proyectos y realizaciones.

Necesitamos crear escuelas de inclusión frente a las crecientes escuelas de exclusión. Con su creación, recuperamos la persona, utilizando una pedagogía humanizadora y formadora. En éstas luchamos contra las exclusiones ideadas por alguien que manda y para quien los demás existen solo en la medida en que obedezcan y acojan los parámetros de quien gobierna, de lo contrario son excluidos. Hemos de crearlas desde el respeto por la diferencia y entenderlas como espacios de encuentro, escucha y nueva mirada. Las exclusiones siempre generan violencia, pues toda exclusión es en sí una injusticia y toda injusticia genera violencia. Se trata de aprender a reconciliar diferencias y visiones, sin excluir a nadie, ni culturas ni opciones de vida.

Publicado en el nº 14 de Vida Nueva Colombia.

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