Benedicto XVI, “profundamente agradecido” por la acogida de España

Comienzan los balances tras la visita del Papa a Santiago de Compostela y Barcelona

(Vida Nueva) Que los españoles “avancen por los caminos de la paz, la concordia y la solidaridad”, en consonancia “con su rico patrimonio de valores humanos y cristianos”. Es el deseo de Benedicto XVI, expresado de este modo en un telegrama enviado al Rey don Juan Carlos después de dejar España en la noche del domingo 7 de noviembre.

En dicha nota, el Papa ha reiterado su “profundo agradecimiento por la calurosa acogida que me han dispensado”, en un viaje que deseaba realizar desde hace tiempo y que repetirá en menos de un año, el próximo mes de agosto, con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Madrid.

En este 18º viaje de su Pontificado y segundo a nuestro país, los días 6 y 7 de noviembre, Benedicto XVI ha venido como peregrino en el Año Santo Compostelano, para confirmar nuestra fe y avivar nuestra esperanza. Así lo dijo en su visita a la Catedral de Santiago de Compostela, en la nublada mañana del sábado 6 de noviembre.

En el “corazón espiritual de Galicia”, como él lo calificó, habló en gallego y en castellano a los miles de personas que se congregaban en la Plaza del Obradoiro, donde la lluvia respetó al ilustre peregrino.

Como tal, el Papa ha podido cumplir con las tradiciones habituales del quien llega a Santiago: vestirse con la esclavina, abrazar a la imagen del Apóstol (aunque las cámaras no pudieron pillar el momento, pues se limitó a besar la espalda de la talla), orar ante los restos del Apóstol…

“Peregrinar no es simplemente visitar un lugar cualquiera para admirar sus tesoros de naturaleza, arte o historia. Peregrinar significa, más bien, salir de nosotros mismos para ir al encuentro de Dios allí donde él se ha manifestado”, dijo a la multitud que se agolpaba en el exterior.

Por la tarde fueron todavía más los que quisieron asistir a la Eucaristía en el Obradoiro. Allí, Benedicto XVI volvió a repetir las palabras de su antecesor en ese mismo escenario 21 años antes: “Europa ha de abrirse a Dios, salir a su encuentro sin miedo”.

El Papa quiere “un testimonio claro y valiente” de los católicos, especialmente de los jóvenes. De ellos espera que renuncien “a un modo de pensar egoísta, de cortos alcances, como tantas veces os proponen” y que asuman “el de Jesús”, para que “podáis realizaros plenamente y ser semilla de esperanza”.

Polémica por las declaraciones en el avión

Con todo, fueron las palabras que pronunció durante el vuelo que le traía a Santiago las que coparon los titulares de la prensa del día siguiente, con no pocas críticas, y las que ha guiado en cierto modo sus dos jornadas en España.

“España ha sido siempre, por una parte, un país originario de la fe –dijo durante el habitual encuentro con los informadores del vuelo papal–. Pero también es verdad que en España nacieron una laicidad, un anticlericalismo, un secularismo fuerte y agresivo, como pudimos ver precisamente en los años treinta. Esta disputa, más aún, este enfrentamiento entre fe y modernidad, ambos muy vivaces, ha vuelto a reproducirse de nuevo en la España actual”.

Y seguidamente el Papa añadió que “el futuro de la fe y del encuentro –no del enfrentamiento, sino del encuentro– entre fe y laicidad, tienen un foco central también en la cultura española”.

Los periodistas y analistas españoles no supieron entenderlo, opina el P. Lombardi, quien, durante un briefing informativo, aseguró que Benedicto XVI no pretendía provocar “una confrontación”.

“En cada país [al que viaja el Pontífice] vemos tensiones y todos lo sabemos”, explicó el portavoz de la Santa Sede. “Hoy hay tensión entre la dimensión cristiana y el laicismo, y no queremos oposición, sino encuentro”.

A pesar de todo, el Papa se ha sentido muy acogido durante su estancia.  El portavoz vaticano ha cifrado (y el Ayuntamiento barcelonés ha confirmado) en unas 250.000 las personas que acompañaron al Papa a lo largo de su recorrido por las calles de Barcelona el domingo por la mañana, y ha asegurado que eso, junto con el recibimiento en el Arzobispado la noche anterior, le ha causado al Pontífice una “impresión muy positiva”.

Misa en la Sagrada Familia, un “momento único”

De “extraordinario” y un “momento único” es como ha calificado Lombardi la ceremonia de dedicación de la ya basílica de la Sagrada Familia.

En su homilía, el Papa destacó que “la belleza es la gran necesidad del hombre. (…) La belleza es también reveladora de Dios porque, como Él, la obra bella es pura gratuidad, invita a la libertad y arranca del egoísmo”. Por eso el Papa saluda la obra de Gaudí por ser capaz de unir “la realidad del mundo y la historia de la salvación”.

Las imágenes del templo han dado la vuelta al mundo y esto ha contado con el beneplácito desde diversos ámbitos, al igual que su esfuerzo por intercalar el catalán en sus distintas intervenciones.

No gustó tanto en todas partes la parte de la homilía donde Benedicto XVI ha insistido en la doctrina de la Iglesia acerca de la familia tradicional, el matrimonio como unión indisoluble entre hombre y mujer y la defensa de la vida humana desde su inicio.

“La Iglesia aboga por adecuadas medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo su plena realización –dijo–, para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia sean decididamente apoyados por el Estado; para que se defienda la vida de los hijos como sagrada e inviolable desde el momento de su concepción; para que la natalidad sea dignificada, valorada y apoyada jurídica, social y legislativamente”.

Por la tarde, el Papa completó este mensaje con una defensa de la dignidad humana por encima del progreso médico. Fue durante su visita a la Obra Benéfico-Social del Nen Déu, donde Benedicto XVI se encontró con enfermos físicos y psíquicos, para los que pidió “aquel amor y atenciones que los hagan sentirse valorados como personas en sus necesidades concretas”.

“Todo hombre es un santuario de Dios”, añadió ante las familias y niños de esta escuela de Educación Especial dependiente del Arzobispado de Barcelona.

“Cordial” encuentro con un esquivo Zapatero

La otra imagen más esperada de este viaje, aunque por motivos distintos, ha sido la de Benedicto XVI con un esquivo presidente del Gobierno que no sólo no asistió a la misa de Barcelona, donde sí estuvieron los Reyes (algo que se sabía desde hacía semanas), sino que viajó ‘por sorpresa’ a Afganistán todo el fin de semana.

Rodríguez Zapatero llegó oportunamente a la ceremonia de despedida que tuvo lugar en el aeropuerto de El Prat. Durante unos diez minutos, presidente y Pontífice mantuvieron un encuentro “breve y cordial”, según Moncloa.

Benedicto XVI ha agradecido a Rodríguez Zapatero el “gran esfuerzo” que ha hecho el Gobierno central para que la visita en Santiago de Compostela y Barcelona saliese bien. Por su parte, Zapatero ha manifestado al Papa la disposición del Gobierno central a colaborar en la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid en agosto de 2011.

En un comunicado, Moncloa informa que Zapatero le ha hablado al Papa de la “relación fluida” del Estado español con el Vaticano, “fruto de lo que expresa la Constitución española como Estado aconfesional que reconoce el peso de la Iglesia católica en nuestro país, pero que garantiza la libertad de todos”.

Resaca de una visita histórica

España ha amanecido el lunes 8 con la resaca de una visita histórica (no puede negarse), éxito para unos por el calado de los discursos del Papa, descafeinada para otros que esperaban una mayor participación ciudadana… La prensa sigue cuestionándose si la España de hoy aqueja del mismo secularismo agresivo de los años previos a la Guerra Civil, y muchos analistas critican las palabras sobre dónde tiene que realizarse la mujer y el silencio de dónde el varón, o qué espacio le reserva la Iglesia a la mujer…

Sin olvidar las protestas, que las ha habido, pero quizá también menos de las esperadas, por parte de todos aquéllos que consideran poco útil la visita del “líder de la Iglesia católica” e impropio que el Estado aconfesional contribuya a su financiación.

“Como todos los mensajes complejos, [el del Papa] está expuesto a que cada uno interprete aquella parte que más le interesa”, señala José Montilla, presidente de la Generalitat de Catalunya, en declaraciones a Europa Press. Vienen días de reflexión sobre todo lo dicho y vivido este fin de semana.

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Especial Visita de Benedicto XVI a Santiago de Compostela y Barcelona

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