La crisis económica pasa también factura al DOMUND

OMP recalca la necesidad de seguir apoyando a los territorios de misión

(Fran Otero– Foto: OMP) La Iglesia celebra este 24 de octubre la Jornada Mundial de las Misiones, el DOMUND, marcado este año por la crisis económica, que está provocando un descenso en las cantidades recaudadas y un aumento de las necesidades. Se refleja en los fondos entregados por Obras Misionales Pontificias (OMP) de España al Fondo de Propagación de la Fe en 2009 y recaudados el año anterior.

En total, se enviaron cerca de 1,2 millones de euros menos (13,7) que en 2008, aunque según reconocen desde Obras Misionales, “la solidaridad no ha caído”. “Las aportaciones y esfuerzos económicos de los fieles se concentran en Cáritas en detrimento del Domund”, apuntan a Vida Nueva. También se ofrecieron menos herencias, que ocupaban un volumen importante en los últimos años.

Esta tendencia no es exclusiva de un país en concreto. La recaudación también cayó significativamente –hasta ocho millones de euros– a nivel mundial, donde España continúa siendo el segundo país que más dinero aporta a la Propagación de la Fe por detrás de los Estados Unidos, que entregó unos 36 millones de euros. Llama la atención que países como India o Brasil se encuentren ya entre lo principales sostenedores de las misiones.

Ante una situación en la que los recursos son cada vez más escasos, misioneros y pastores alzan la voz para reclamar ayuda. Es el caso del arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, quien, en su carta semanal, insiste en que “sin la ayuda económica del Primer Mundo, los misioneros, catequistas y comunidades cristianas de los países del Tercer Mundo van a encontrarse con necesidades casi imposibles de remontar”. “El DOMUND, por tanto, no sólo no ha perdido vigencia sino que es, si cabe, más actual y necesario que nunca”, reitera.

Esta invitación también se hace visible en algunas de las campañas ideadas por OMP España para recaudar fondos. Sin ti, ellos no pueden. ¡Ayuda a los misioneros! es la llamada urgente a la solidaridad. De ella depende el sostenimiento básico de las Iglesias en territorios de misión y numerosos proyectos.

Benjamín Gómez Salas es una de esas personas que trabajan con abnegación por el desarrollo integral de la población, en su caso en la diócesis de Mymensingh, en Bangladesh, y que ve como la situación económica del planeta ha mermado sus recursos. “Las ayudas nunca han faltado, pero la dotación de algún proyecto se ha reducido a la mitad”, reconoce el misionero a Vida Nueva. Tanto es así, que algunos edificios se han quedado sin puertas, ventanas o muebles por la falta de fondos. Desarrolla su labor en medio de comunidades cristianas y no cristianas (el país es de mayoría musulmana). Hace un seguimiento de ellas día a día para conocer y resolver sus problemas y necesidades.

Al margen de este acompañamiento, los Misioneros Javerianos, a los que pertenece Benjamín, también trabajan en mejorar la situación educativa y sanitaria de la población de la diócesis.

Como Benjamín, muchos misioneros sufren para atender las necesidades básicas de los habitantes de los territorios donde sirven, extremadamente pobres. Más aún, cuando la necesidad de reducir los déficit de los Estados desarrollados merma las partidas destinadas a la cooperación. De ahí, la urgente llamada a la colaboración.

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“QUEREMOS VER A JESÚS”


El lema elegido este año para la celebración del DOMUND, Queremos ver a Jesús, pretende llamar la atención, según lo ha hecho Benedicto XVI en su mensaje para la Jornada, sobre la participación activa en el anuncio del Evangelio. Es la frase con la que unos griegos se dirigen al apóstol Felipe, quien les conduce hasta Jesús, según relata el evangelista Juan.

Hoy, así como se explica en los materiales realizados para la ocasión, la labor de Felipe la realizan los misioneros. Son los que “hacen ver el rostro de Dios”, los que entregan su vida a los demás y los que contemplan el rostro de Dios en los más pobres.

Los objetivos, como en todas las ediciones, combinan la acción, sensibilización, participación y oración. Así, se busca promover entre los fieles la sensibilidad hacia los que buscan conocer a Jesús, la participación en las distintas actividades organizadas por las comunidades eclesiales, la generosidad a través de aportaciones económicas y la oración por las vocaciones misioneras de sacerdotes, religiosos y laicos.

En el nº 2.726 de Vida Nueva.

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