Editorial

Cita con el ansia de paz en Barcelona

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Publicado en el nº 2.724 de Vida Nueva (del 9 al 15 de octubre de 2010).

Cuando siguen creciendo, injustamente, las acusaciones de que detrás de muchos conflictos bélicos late el virus de las religiones, la Comunidad de Sant’Egidio sigue empeñada en demostrar que nada hay de cierto en ello; que una cosa es la religión, y otra quienes siguen haciendo un uso arbitrario y torticero de la misma.

Quienes hayan querido escarbar un poco en los argumentos que maneja Sant’Egidio han podido hacerlo gracias al Encuentro Internacional por la Paz que, en colaboración con el Arzobispado de Barcelona, ha organizado del 3 al 5 de octubre en la Ciudad Condal. Decenas de líderes religiosos de diversas confesiones y políticos de todo el mundo y de múltiples tendencias, también de aquellas zonas que sangran aún por las heridas, se han juntado para, bajo el “espíritu de Asís”, dialogar y encontrar espacios para “convivir en tiempos de crisis”, que tal era el lema de este encuentro.

Como señala este movimiento internacional de laicos que lleva ya un cuarto de siglo mediando con gran eficacia y absoluta discreción en conflictos internacionales, “en un tiempo difícil, de crisis económica y de conflictos regionales que provocan incertidumbre, miedo y desarraigo, las religiones se interrogan para encontrar en el diálogo las energías espirituales que pueden ofrecer a un mundo sin visiones y, por tanto, sin futuro”.

Ése fue el principio motor de estas jornadas de diálogo –y también de oración– por la paz. Sin embargo, el eco mediático no ha estado a la altura y apenas ha habido interés por ofrecer a la sociedad las reflexiones nacidas de múltiples mesas redondas, conferencias y paneles informativos. A veces es más cómodo instalarse en el estereotipo. No lo hará así esta organización, ni la Iglesia toda. En un mensaje para este encuentro, Benedicto XVI les ha hecho un llamamiento a “no desfallecer en el diálogo, que efectivamente elimine malentendidos y desconfianzas”.

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