Las comadronas y el faraón

(Nuria Calduch-Benages– Misionera de las Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret y experta en Sagrada Escritura)

“El faraón ordena controlar atentamente el sexo del recién nacido, antes de eliminarlo. Sólo las niñas hebreas pueden quedar con vida. Los niños han de desaparecer. Las comadronas, sin embargo, en lugar de mirar el sexo, tal como se les había ordenado, temían a Dios”

Las primeras mujeres que aparecen en el libro del Éxodo son las dos comadronas, las únicas cuyo nombre propio conocemos: Sifrá y Puá. Este hecho contrasta con el anonimato del faraón. El narrador menciona los nombres de las dos comadronas porque han luchado por defender la vida de los recién nacidos. El faraón, en cambio, aparece sin nombre porque impone el exterminio de los inocentes. No merece, pues, una mención en la historia de su pueblo.

Las comadronas temían a Dios, y temer a Dios es respetar la vida. No temen arriesgar la propia vida para salvar a los inocentes. Recordemos los hechos. El faraón ordena controlar atentamente el sexo del recién nacido, antes de eliminarlo. Sólo las niñas hebreas pueden quedar con vida. Los niños han de desaparecer. Las comadronas, sin embargo, en lugar de mirar el sexo, tal como se les había ordenado, temían a Dios. La orden del faraón contiene una discriminación sexual que las comadronas ignoran. Y la ignoran porque la orden recibida atenta contra la vida: refleja una estructura de muerte que ninguna mujer jamás podría aceptar. Si él reprime la vida, ellas la fomentan. Sifrá y Puá no sólo cumplen con su oficio de dar la vida; saben también desafiar astutamente al faraón.

Dos comadronas inteligentes, dos sanadoras legítimas, dos continuadoras de la acción divina en favor de la vida. Su tácita solidaridad no será excepción en la historia: la hermana de Moisés y la hija del faraón también suman esfuerzos por una causa justa. Gracias a ellas, Moisés superará las aguas de la muerte y el pueblo de Israel escribirá la página más importante de su historia.

Si leemos este relato bíblico a la luz de nuestra situación actual, sobran los comentarios. La Palabra de Dios siempre apuesta por la vida.

En el nº 2.722 de Vida Nueva.

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