Una falsa ilusión

Conocerás al hombre de tus sueños

(J. L. Celada) Nunca ha ocultado que se siente mejor tratado en Europa que en Hollywood y quién sabe si, para agradecer esa gran acogida que aquí se le dispensa, Woody Allen decidió un día rodar en algunas de sus principales capitales. Sin embargo, a tenor de los resultados (discretos, cuando no fallidos), queda claro que sus musas no hacen turismo; que, por mucho interés y admiración que despierten en él nuestros ancestrales entornos y costumbres, su inspiración sigue domiciliada en Nueva York.

Tras la decepcionante Vicky Cristina Barcelona, el prolífico cineasta nos reconcilió con su mejor versión, demostrándonos que Si la cosa funciona es gracias a su afilada pluma y no a estos viajes de placer disfrazados de nuevas inquietudes profesionales. Claro que, camino de los 75 años y con medio centenar de títulos en su haber, resulta casi tan difícil reconducirle al Manhattan de sus éxitos como resistirse a ver cada estreno suyo. Sólo así se explicaría su vuelta a las andadas con el último trabajo llegado a nuestro país, Conocerás al hombre de tus sueños, y la consiguiente recaída del espectador ante esta película sin alma.

“Un poco de amor, algo de sexo, alguna traición y, por si fuera poco, un puñado de carcajadas”. Generosa, pero significativa, descripción la que ofrece de sí misma en una de sus sinopsis esta supuesta comedia. Un narrador un tanto cansino nos pone en situación: dos matrimonios encarnan ese “cuento de ruido y furia” –en expresión shakesperiana– que depara la vida entre miedos (a envejecer, a fracasar…), pasiones, ambiciones y obsesiones (lugar común en la cinematografía de Allen al que aquí apenas extrae todo su potencial).

Lo que el realizador de origen judío ponía en otro tiempo en manos del psicoanalista de turno, ahora ha decidido canalizarlo a través de una médium o falsa adivina (una de sus premoniciones habituales es la que da nombre a la cinta), cuya figura es el estilete de un universo que ironiza con la New Age, el ocultismo y las ilusiones como medicina altamente recomendable. Interesante perspectiva para reflexionar sobre la fugacidad de la existencia, aunque desaprovechada por una nómina de personajes demasiado familiares (escritores en crisis, músicos, galeristas, actrices de medio pelo…) y sin la menor gracia.

Bien es cierto que todos ellos tienen algo de su creador (inseguridad, cinismo, paranoias…), pero en esta ocasión el veterano director y guionista no ha sabido imprimir a la historia ni el humor ni el ritmo necesarios para reírnos con sus absurdas huidas de la realidad o compartir sus miserias y soledades. Aquella ácida mirada de no hace tanto se ha diluido en una triste y desangelada radiografía humana que dice poco y transmite aún menos. Otra vez será, aunque no parece París el escenario más propicio para enderezar el rumbo.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: You will meet a tall dark stranger

GUIÓN Y DIRECCIÓN: Woody Allen

FOTOGRAFÍA: Vilmos Zsigmond

PRODUCCIÓN: Letty Aronson, Stephen Tenenbaum y Jaume Roures

INTÉRPRETES: Gemma Jones, Antonio Banderas, Josh Brolin, Anthony Hopkins, Freida Pinto, Lucy Punch, Naomi Watts, Roger Ashton-Griffiths

En el nº 2.719 de Vida Nueva.

Compartir