El nuevo obispo de Bilbao tomará posesión el 11 de octubre
(M. de Miguel) Desde que Mario Iceta Gavicagogeascoa fuera nombrado el pasado 24 agosto nuevo obispo de Bilbao, ha manifestado en varias ocasiones su férrea voluntad de trabajar por la paz, un aspecto crucial en esa diócesis vasca. “Tanto las instituciones políticas como la Iglesia están ambas desde su perspectiva, desde su legitimidad, al servicio del bien común, con diálogo, colaboración, pero cada uno desde su ámbito”, precisó recientemente en unas declaraciones a Radio Euskadi.
El prelado, que tomará posesión el próximo 11 de octubre en la catedral de Santiago, también ha expresado su intención de continuar con el trabajo realizado por su antecesor, Ricardo Blázquez Blázquez, que el pasado marzo fue designado arzobispo de Valladolid.
En sus primeras palabras tras conocer la noticia, Iceta pidió a sus fieles que rezasen para que sepa ser el Pastor que Bilbao necesita, “capaz de responder a los retos de la nueva Evangelización en el momento histórico que nos toca vivir y que constituye para nosotros un tiempo de gracia”.
Estas intenciones ya estaban presentes en su homilía del 15 de agosto, donde se pueden encontrar otras claves que probablemente guiarán su ministerio episcopal: transmitir el mensaje de Jesucristo con formas nuevas; el diálogo con el pensamiento contemporáneo; la defensa de toda vida humana, con especial interés hacia las mujeres víctimas de malos tratos y los ancianos; o la ayuda a quienes padecen antiguas y nuevas formas de pobreza, así como la búsqueda de soluciones para salir de la actual crisis económica y de pensamiento.
Nacido en Gernika (Vizcaya) el 21 de marzo de 1965, Mario Iceta fue ordenado sacerdote en julio de 1994 en la Catedral de Córdoba, diócesis donde se incardinó. Llegó a Bilbao en febrero de 2008, cuando fue nombrado obispo auxiliar. Desde que este abril Blázquez se hiciera cargo del Arzobispado de Valladolid, ha ejercido también como Administrador Apostólico.
Reacción desigual
Los principales partidos políticos han acogido su nombramiento de forma desigual. A través de una nota, Eusko Alkartasuna (EA) ha lamentado que la Iglesia católica no haya optado por “un representante que conecte mejor con la sensibilidad mayoritaria de la sociedad a la que va a representar”. Una sociedad, la vizcaína, “abertzale y más progresista” que los valores que Iceta ha venido defendiendo públicamente. Por su parte, el PNV le ha aconsejado “humildad pastoral para aceptar la Iglesia vizcaína que recibe” y recomienda que tome ejemplo de “otro vizcaíno, Juan María Uriarte”. Finalmente, tanto PSE-EE como el PP vasco le desean “acierto en su gestión”.
En el nº 2.719 de Vida Nueva.
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