El reto pastoral de la boda gay

(José I. López– Periodista columnista del diario La Nación de Buenos Aires)

“Se abre la instancia del balance pastoral –el político, el de poder, circula por otros andariveles–, de revisar lenguajes y actitudes, de abrir espacios al diálogo en el interior de la Iglesia para construir comunión en la diversidad”

La sanción de la ley que ha modificado el Código Civil en la Argentina, para habilitar el matrimonio entre personas del mismo sexo, ha expuesto con crudeza la magnitud del reto pastoral que enfrenta la Iglesia  católica como Pueblo de Dios en la sociedad de este tiempo. Cuando se insinuó el debate político y legislativo, fue un estilo dialogante y no confrontativo, aunque tardío y marcadamente clerical, el que caracterizó las posiciones públicas de la jerarquía católica argentina. Las cosas cambiaron de tono en el Plenario episcopal del pasado mes de abril y, desde entonces, prevaleció otro lenguaje, distintos actores, y emergieron actitudes que hicieron posible que se hablara de clima de intolerancia y, en muchos casos, de actitudes expresivas de preocupantes fundamentalismos bíblicos, filosóficos y antropológicos.

Lícito es, claro está, defender lo que uno quiere, el proyecto de felicidad propio, y proponerlo, y eso hicieron algunos sectores del laicado, pero ello no significa imponer la moral de un grupo, por mayoritario que éste sea, al conjunto de la sociedad. Así, pareció dejarse de lado que el desafío de las propuestas religiosas es persuadir con sus gestos y palabras que lo que se propone humaniza y mejora la vida de las personas. Faltaron voces que ofrecieran variedad de matices en las posiciones de los católicos, que abrieran más interrogantes que respuestas definitivas.

Se abre la instancia del balance pastoral –el político, el de poder, circula por otros andariveles–, de revisar lenguajes y actitudes, de abrir espacios al diálogo en el interior de la Iglesia para construir comunión en la diversidad. Desde hace diez años, los católicos argentinos vienen orando por la Patria y pidiendo valentía para “ejercitar la libertad de los hijos de Dios para amar a todos sin excluir a nadie”.

jilopez@vidanueva.es

En el nº 2.718 de Vida Nueva.

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