Un congreso para despojar de tópicos a santa Teresa

Expertos de todo el mundo reflexionan en Ávila sobre ‘El libro de la vida’

(Marina de Miguel) “Una mujer luchadora y buscadora de la verdad y la autenticidad”. Éstas son las cualidades sobre las que reposa la plena vigencia que tiene Teresa de Jesús en el siglo XXI. Así lo cree Francisco Javier Sancho, director del Centro Internacional Teresiano Sanjuanista (CITeS), quien señala cómo, a las puertas del quinto centenario del nacimiento de la mística (1515-2015), “se va apagando la devoción tradicional a la santa y está resurgiendo con más fuerza su concepción como maestra de oración y experiencia”. “Es un problema bastante global dentro del cristianismo; muchas veces hemos caído en los estereotipos fáciles de una santidad milagrera y se ha olvidado la dimensión modélica y ejemplar que tienen los santos”, explica a Vida Nueva.

Para limpiar su figura de todos estos tópicos y lograr que sea vista como una “compañera de camino, capaz de iluminar con sus vivencias al cristiano de a pie”, el centro abulense organizará del 23 al 31 de agosto el Primer Congreso Internacional Teresiano. “Es una figura que tiene una gran internacionalidad, su testimonio está resurgiendo no sólo en el ámbito católico, sino también en el de otras confesiones cristianas e, incluso, en el ámbito de otras religiones, por ejemplo las místicas”. Este reconocimiento está motivado por la forma en que la riqueza de su experiencia de Dios fundamenta su propia vida. “Concibe la religión no como una práctica, sino en clave de amistad con Dios, lo que termina siendo su gran descubrimiento y definición de la oración”.

A juicio del director, esta vivencia refleja una de las crisis pero, al mismo tiempo, una de las búsquedas actuales del ámbito religioso: “Se quiere vivir una religiosidad de autenticidad, pero no sólo de nombre, ritos o normas, también como algo que realmente implique interiormente a la persona”.

El libro de la vida será el eje central del congreso que, en ediciones posteriores, irá abordando las otras grandes obras de la carmelita. A pesar de su gran contenido autobiográfico, en sus páginas el creyente encontrará, afirma Sancho, “una ayuda que le llevará al reconocimiento de su propia vocación y al encuentro y relación profunda con Dios”.

No obstante, también es igual de valioso para el no creyente. En este sentido, recuerda cómo en su momento la propia Edith Stein vislumbró en él el camino de la verdad que le llevó a la conversión. “No sólo habla de cosas extraordinarias, sino del misterio mismo de lo que es el hombre, de su lucha interior por ser uno mismo y no dejarse arrastrar por los demás”.

En el nº 2.716 de Vida Nueva.

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