Los obispos de Aragón llaman a actuar contra la Ley del Aborto

(M. Á. Malavia) Tras la entrada en vigor el pasado 5 de julio de la nueva Ley del Aborto –el Tribunal Constitucional rechazaba el miércoles 16 la suspensión cautelar de la aplicación de la Ley–, han sido muchas las críticas vertidas hacia la misma. Pero, por su significación, destaca la Carta Pastoral conjunta de los Obispos de Aragón. Con un categórico No podemos callar, debemos actuar, argumentan que “callar y no hacer nada ante este nuevo y gravísimo atentado contra la vida de los más inocentes nos puede convertir en cómplices por omisión”. Aclarando que su rechazo a la nueva legislación “no significa que fuera aceptable la ley anterior”, recuerdan que con aquélla, “en la práctica, ya existía el aborto libre en España bajo la presunta justificación de embarazo con riesgo para la salud psíquica de la madre”.

Las principales críticas a la ley versan sobre el hecho de que el aborto “sea un derecho de la madre hasta la semana 14”; que éste sea considerado “como un modo más de ‘planificación de la reproducción’ y de anticoncepción; que se “atente contra la responsabilidad y misión de la familia” al no tener por qué consultar la decisión a los padres las chicas de hasta 16 años; que se imponga la instrucción práctica para realizar abortos en la formación de los médicos, “cuando el aborto no es un verdadero acto médico”; que se pueda “restringir el derecho a la libertad de conciencia y a la consiguiente objeción de los profesionales” o que impere “un programa educativo escolar que es abortista y con una idea falsa de la sexualidad”.

“La nueva ley se arroga despóticamente competencias que no le corresponden (…). Ninguna circunstancia puede justificar ni convertir en moralmente aceptable el hecho de causar la muerte intencionada a un ser humano inocente”, concluyen.

En el nº 2.716 de Vida Nueva.

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