Antes de comenzar sus vacaciones, el Papa visita la ciudad natal de Celestino V
El Pontífice estuvo en Sulmona (Los Abruzzos) el 4 de julio
(Antonio Pelayo – Roma) El miércoles 7 de julio el Papa ha comenzado sus vacaciones en Castelgandolfo. Esta escueta noticia encierra dos novedades respecto a años anteriores: el reposo veraniego ha comenzado una semana antes y se ha abandonado la idea de dirigirse al norte de Italia para respirar un aire más fresco en la cercanía de los Alpes. En 2009, Joseph Ratzinger realizó la primera parte de su reposo veraniego en la localidad de Les Combes (Valle de Aosta), donde, como se recordará, sufrió una caída que le causó la fractura de la muñeca de su mano derecha, impidiéndole escribir y tocar el piano, dos de sus principales distracciones vacacionales. El equipo médico que controla su estado de salud –dirigido por el doctor Patrizio Polisca– ha sido tajante: tiene que evitar las alturas que hacen subir la presión, uno de los puntos débiles de su organismo.
Durante todo este período, que se prolongará hasta finales de septiembre, la actividad pública del Pontífice queda bastante restringida: se suprimen las audiencias generales de los miércoles (hasta el 4 de agosto) y las privadas y especiales, salvo contadas excepciones. Benedicto XVI presidirá el rezo del Angelus los domingos y controlará el proceso de las traducciones a diversas lenguas del segundo volumen de su libro Jesús de Nazaret. No se ha confirmado ni desmentido la noticia de que esté preparando un tercer volumen enteramente dedicado al tema de la infancia.
Antes de “refugiarse” en Castelgandolfo, el Papa realizó el 4 de julio una visita pastoral a Sulmona, ciudad natal de Pietro Angelerio, más conocido como Celestino V, nombre que adoptó este monje eremita al ser elegido papa en julio de 1294 y que abandonó cinco meses después al dimitir de sus funciones como Sucesor de Pedro. Canonizado en 1313, este año se está celebrando su octavo centenario.
El Papa tuvo una gran acogida en la localidad italiana
Anuncio sereno
Refiriéndose a él en su homilía, Ratzinger destacó, entre otras características, “el anuncio sereno, claro y valiente del mensaje evangélico –incluso en los momentos de persecución– sin ceder a la fascinación de la moda ni a la de la violencia o la imposición”. También subrayó su amor al “silencio exterior, pero sobre todo interior”. “Vivimos en una sociedad –dijo a este propósito– en la que cualquier espacio, cualquier momento parece que deba ser ‘llenado’ de iniciativas, de actividad, de sonidos; con frecuencia no hay tiempo ni para escuchar ni para dialogar. ¡No tengamos miedo a hacer silencio fuera y dentro de nosotros si queremos ser capaces no sólo de percibir la voz de Dios, sino también la voz de quien está a nuestro lado, la voz de los otros!”.
Las voces que escuchó el Papa en Sulmona, en un domingo de fuego solar que causó estragos entre los sacerdotes concelebrantes en la misa al aire libre, fueron las de las víctimas del terremoto de L’Aquila, que también causó daños en esta vecina ciudad de los Abruzzos, y las de los detenidos en su cárcel, famosa en Italia por su elevado número de suicidios. Recibió a una delegación de los presos y les animó a “encontrar vuestro camino y hacer una contribución a la sociedad según la capacidad y los dones que Dios os ha dado”.
Bertone, 50 años de sacerdocio
Por otra parte, el 1 de julio de 1960 recibió la ordenación sacerdotal el actual secretario de Estado, Tarcisio Bertone. El cardenal piamontés, miembro de la congregación salesiana, ha celebrado esta efeméride con el ánimo jubilar que le caracteriza y ha recibido un nuevo espaldarazo de confianza por parte del Papa a través de la carta que le ha dirigido con este motivo y que fue publicada en primera página de L’Osservatore Romano el 30 de junio (ver recuadro al final de la página).
El cardenal concluyó las celebraciones con una misa en la Basílica de San Pedro el 6 de julio, a la que asistieron 30 cardenales y más de 60 arzobispos y obispos de la Curia romana. Unos en activo y otros que ya han traspasado la línea de la jubilación.
El más reciente de estos últimos ha sido el cardenal Walter Kasper, hasta el 1 de julio presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos (fue nombrado el 3 de marzo de 2001), cargo en el que le sustituye el obispo de Basilea, Kurt Koch, de 60 años y con un excelente currículo como estudioso y profesor de Teología, antes de ser consagrado obispo en 1996.
Kurt Koch, nuevo presidente del dicasterio de la Unidad de los Cristianos
Sorprende que a estas alturas algún comentarista indocumentado afirme que el Papa “emprende” ahora la renovación de la Curia que heredó de Karol Wojtyla. Desde que llegó a la cátedra de Pedro, Benedicto XVI ha cambiado de secretario de Estado (Bertone por Sodano), nombró sucesor suyo al frente de Doctrina de la Fe al norteamericano cardenal William J. Levada y ha sustituido a la mayoría de los prefectos de Congregaciones: Leonardo Sandri sustituyó el 9 de junio de 2007 al cardenal Ignace Moussa I Daoud en la de Iglesia Orientales; en el Culto Divino se encuentra desde diciembre de 2008 el cardenal Antonio Cañizares en lugar del nigeriano Francis Arinze; en las Causas de los Santos, el cardenal José Saraiva fue relevado por el arzobispo Angelo Amato.
Oullet por Re
Como publicamos en nuestra última crónica, al cardenal Giovanni B. Re le ha sucedido al frente de la Congregación de Obispos el cardenal canadiense Marc Ouellet; el cardenal indio Ivan Dias lleva las riendas de ‘Propaganda Fide’, en manos del cardenal Crescencio Sepe hasta 2006; en la del Clero entró en diciembre de 2006 el brasileño Cláudio Hummes, que reemplazó al colombiano Darío Castrillón. Quedan pendientes dos: Vida Religiosa (su prefecto, el esloveno Franc Rodé, cumplirá 76 años en septiembre) y Educación Católica, cuyo prefecto, el polaco Zenon Grocholewski, la rige desde noviembre de 1999.
Si nos referimos a los Pontificios Consejos, el balance es muy similar: además del ya citado nuevo titular de la Unidad de los Cristianos, han cambiado el de la Familia (Ennio Antonelli sustituyó al difunto Alfonso López Trujillo), Justicia y Paz (el africano Peter Turkson en vez del italiano Renato Martino) y Pastoral de los Migrantes (Antonio M. Veglió tomó el puesto del cardenal japonés Stephen F. Hamao). En la Pastoral de la Salud está el polaco Zygmunt Zimowski en vez del mexicano Javier Lozano Barragán; el español Julián Herranz dejó su puesto en los Textos Legislativos al italiano Francesco Coccopalmerio; en Cultura, monseñor Gianfranco Ravasi es el sucesor del cardenal Paul Poupard; y en Comunicaciones Sociales, al cardenal norteamericano John P. Foley le ha sustituido el italiano Claudio Maria Celli.
Siguen en sus puestos los titulares de los Pontificios Consejos para los Laicos (el polaco Stanislaw Rylko), ‘Cor Unum’ (el alemán Paul J. Cordes cumplirá 76 años en septiembre) y Diálogo Interreligioso (cardenal Jean Louis Tauran).
Así pues, independientemente de lo que se pueda pensar de cada uno de estos “cambios” y del ritmo con que se han llevado a cabo, no cabe duda de que la Curia de hoy tiene poco que ver con la de Juan Pablo II.
Para cerrar esta crónica, el 2 de julio Benedicto XVI recibió en audiencia al cardenal Antonio Mª Rouco, acompañado por una delegación de los Promotores de la JMJ Madrid 2011. “Son muchos los jóvenes –dijo el Papa– que tienen puestos sus ojos en esa hermosa ciudad con el gozo de poder encontrarse en ella, dentro de pocos meses, para escuchar juntos la Palabra de Cristo, siempre joven, y poder compartir la fe que les une y el deseo que tienen de construir un mundo mejor, inspirados en los valores del Evangelio”.
Entre las personalidades presentes, además del embajador cerca de la Santa Sede, Francisco Vázquez, el Papa saludó al presidente de la Fundación Madrid Vivo, Ínigo de Oriol; al banquero Emilio Botín; al presidente de Iberia y a otros empresarios, así como a los representantes de las más destacadas empresas de comunicación: Vocento, Prisa, Unidad Editorial y la Cope, en la persona de su consejero delegado, Fernando Giménez Barriocanal.
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LA AFECTUOSA CARTA DEL PAPA A BERTONE
El cardenal Bertone y el Papa, el pasado mes de marzo
De la misiva que Benedicto XVI ha dirigido a Bertone en el 50º aniversario de su ordenación sacerdotal sorprenden el uso del ‘tú’ para dirigirse a su principal colaborador y las más que evidentes pruebas de afecto y estima que le manifiesta Joseph Ratzinger en un tono familiar que no es habitual en el Pontífice.
La carta recorre los momentos y actividades más importantes de Bertone en estos 50 años: ordenación sacerdotal en Ivrea, magisterio universitario en Turín y Roma, arzobispado de Vercelli por voluntad de Juan Pablo II, secretaría de la Congregación para la Doctrina de la Fe, arzobispado de Génova unido al cardenalato y por fin la Secretaría de Estado en 2006.
“Te hemos querido como cercano colaborador –le dice el Papa– para compartir decisiones y tareas. Sin duda te estás prodigando con gran empeño y pericia para compartir Nuestros proyectos pastorales sobre la Iglesia universal y Nuestras iniciativas dirigidas al mundo entero para que la familia de Dios se refuerce y el mundo sea más armonioso”.
En el nº 2.715 de Vida Nueva.
