El Salvador, sumido en una espiral de violencia

Una ‘mara’ incendia un autobús dejando 14 muertos y otros tantos heridos

Policías e investigadores analizan el autobús en el lugar del suceso

(Pablo Romo Cedano– México DF) Al menos 14 personas murieron calcinadas y otras 13 resultaron heridas – entre ellas, tres niños– en la noche del día 20 en El Salvador, a causa de un incendio provocado en un microbús por una pandilla, presumiblemente la Mara 18. Los hechos se registraron en el tradicional barrio de Mejicanos, al norte de la capital. Estos ataques a medios de transporte no son nuevos, porque en este año 80 trabajadores del sector han muerto y 15 vehículos han sido incendiados por no ceder a las extorsiones de pandillas juveniles.

El presidente del país, Mauricio Funes, condenó el suceso, que calificó de terrorismo, y reconoció que “la delincuencia es un fenómeno en el país que ha ido en crecimiento” y que hasta ahora “no se ve una mejoría”. Asimismo, pidió a la población “no desesperarse y no caer en el error de que el Estado ha colapsado, y que el crimen organizado tiene más capacidad que las fuerzas de seguridad pública”. A pesar de que la presencia de policía en la calles se ha reforzado con más de 4.000 efectivos, para combatir en acciones coordinadas el pandillerismo y el crimen, la violencia no cesa, hasta el punto de que se registra un promedio de 13 asesinatos diarios.

También el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, reprobó el crimen y reprochó a las autoridades el empleo de la fuerza: “Los desordenes son un grito de desesperación que clama por un diálogo, para que se formulen políticas públicas adecuadas que respeten la vida y la integridad humana”. Sin embargo, la política presidencial apuesta por “limpiar” el centro de la ciudad para generar turismo, con el consiguiente repliegue de miles de jóvenes pobres y desempleados que se lanzan a las calles para sobrevivir. A menudo, los integrantes de estas maras son reclutados por cárteles internacionales para desestabilizar a los gobiernos municipales. Frente a esta situación, el prelado apuesta por “reconstruir la base de la sociedad, la familia, sumamente deteriorada”. Y pone el acento en la educación, para preservar a esos jóvenes “expuestos a un ambiente tan contaminado por la violencia”.

Funes ha declarado que se hará justicia y serán detenidos todos los responsables de un crimen que ha horrorizado a la población por su dimensión y su crueldad. De momento, se mantiene el secretismo sobre el curso de las investigaciones.

promo@vidanueva.es

En el nº 2.713 de Vida Nueva.

Compartir