Zapatero deja en Roma un buen sabor de boca

En su visita al Papa, asegura que todavía no va a reformar la Ley de Libertad Religiosa

El Papa y Rodríguez Zapatero intercambian obsequios durante la visita del presidente español al Vaticano

(Antonio Pelayo -Roma) La visita de José Luis Rodríguez Zapatero a Benedicto XVI, el pasado 10 de junio, ha dejado en Roma –y supongo que también en Madrid– un buen sabor de boca. Hubiera sido aún mejor si se hubiera preparado con menos zozobras y más tiempo.

En mi opinión, la visita del presidente del Gobierno español ha sido importante, y lo anómalo y descortés por parte de Zapatero hubiera sido no venir al Vaticano, pues así lo han hecho todos sus colegas presidentes de turno de la Unión Europea, teniendo en cuenta, además, que Benedicto XVI vendrá a España en noviembre de 2010 (Santiago de Compostela y Barcelona) y en agosto de 2011 (Madrid).

El presidente ha venido a ver al Papa, y no con las manos vacías, puesto que ha dejado claro ante sus interlocutores vaticanos que no tiene la más mínima intención de plantear ahora la reforma de la Ley de Libertad Religiosa (la primera página de El País el domingo 13 dando publicidad a un borrador que oficialmente no es más que uno entre otros posibles sin carácter oficial, es la prueba del nueve y la alarma de los sectores más radicalizados del PSOE de que no estamos ante una promesa para la galería).

En el mismo lote hay que meter la reiterada disponibilidad del Gobierno a que los viajes pontificios a España se vean acompañados por una amplia colaboración gubernamental.

Finalmente añadiré que, en mi opinión, nunca es inútil que las personas se conozcan mejor y hablen de lo que les interesa y les preocupa. Siempre surgen inesperados puntos de reencuentro.

Temas centrales: la crisis y América Central

A las 13:15 h., la Sala de Prensa de la Santa Sede emitió un comunicado al que pertenecen estas frases: “Los coloquios permitieron un intercambio de puntos de vista sobre Europa, sobre la actual crisis económica y el papel de la ética. También se hizo referencia a los países de América Central y del Caribe, así como a otras situaciones, en particular, a Oriente Medio”.

“Igualmente –sigue– se trató sobre las relaciones bilaterales y cuestiones de actualidad e interés para la Iglesia en España, como la eventual presentación de una nueva Ley de Libertad Religiosa, la sacralidad de la vida desde la concepción y la importancia de la educación”.

“Respecto a las visitas del Santo Padre a Santiago de Compostela y Barcelona este año y a Madrid en 2011 para la Jornada Mundial de la Juventud, se reconoció la completa disponibilidad del Gobierno español a colaborar en su preparación y desarrollo”, concluye la nota.

Una tradición de los presidentes de la UE

“La visita a Su Santidad el Papa se corresponde –dijo el político español posteriormente, tras reunirse con Berlusconi– con una tradición de los presidentes rotatorios de la Unión Europea. Estas reuniones sirven para tratar los temas que pueden suscitar debate y lo hacemos siempre con respeto y tonos cordiales”.

También el portavoz vaticano subrayó la cordialidad de la entrevista y su importancia. Ante los micrófonos de la COPE, el padre Federico Lombardi aseguró que lo normal es que en este tipo de audiencias “la Iglesia presenta sus preocupaciones y posiciones, que son ya conocidas sin que se tenga que llegar a una discusión en particular”.

Más información, en el nº 2.712 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, vea la crónica vaticana completa aquí.

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