La Palabra, referente pastoral para la misión en Brasil

El Episcopado aborda una amplia agenda de temas en su última Asamblea Plenaria

(Graziela Cruz– Brasil) La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) celebró, entre el 4 y el 13 mayo, su 48ª Asamblea General en torno al tema Discípulos servidores de la Palabra de Dios y la misión de la Iglesia en el mundo. La reunión tuvo lugar en la capital federal, Brasilia, coincidiendo con el cincuentenario de su fundación, y sede también del XVI Congreso Eucarístico Nacional (del 13 al 16 de mayo).

Temas internos de la Iglesia, como la revisión de las directrices de la evangelización en el país y la misión de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs), ocuparon la atención de los más de 300 prelados asistentes, junto con cuestiones de orden político y social, como la reforma agraria, el momento político actual y el III Plan Nacional de Derechos Humanos, que viene siendo criticado por la propia Iglesia. Otro tema que mereció especial atención fue el problema de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia, sobre el que la presidencia de la CNBB publicó un esclarecedor pronunciamiento.

A propósito del tema central de la Asamblea, el arzobispo de Porto Alegre (Rio Grande do Sul) y presidente de la Comisión responsable, Dadeus Grings, destacó en rueda de prensa que la misión principal de la Iglesia “es transmitir la Palabra de Dios, transmitir a Jesús, que es el rostro humano de Dios y, al mismo tiempo, el rostro divino del hombre”. Tras varias reuniones y discusiones, los obispos publicaron un documento en el que proponen una animación “bíblica de la pastoral”. “Es hora –señala el texto– de una enseñanza de la Biblia más intensa, profunda, sistemática y valiente; un contacto permanente y fascinante con la Palabra de Dios, Jesucristo; una fuerte y vibrante acción evangelizadora con la Palabra de Dios”.

Así, con la Biblia en la mano, la Palabra de Dios en el corazón y los pies en la misión, los obispos hacen un llamado a todo el pueblo de Dios a la práctica de la lectura orante. Un “compromiso conjunto, a nivel personal y comunitario, que nos va a educar en la fe, al ofrecer una catequesis bíblica que forma apasionados discípulos de Jesucristo”, reconocen los pastores, quienes argumentan que “cuando la gente y las comunidades son transformadas por la Palabra, se multiplican en la Iglesia y en la sociedad los frutos del amor, la solidaridad, la justicia y la paz”. Por todo ello, el documento final de la Asamblea concluye con una invitación de la jerarquía católica a “la lectura orante en sus diversas modalidades, entre las que destaca la lectio divina”.

Especialmente recordadas por los obispos fueron también las CEBs, reafirmadas como “signo de la vitalidad de la Iglesia” (RM, 51). “Los discípulos y discípulas de Cristo –afirma otro documento hecho público sobre este tema– se reúnen en ellas para una escucha atenta de la Palabra de Dios, para buscar relaciones más fraternas, para celebrar los misterios cristianos en su vida, y se comprometen a transformar la sociedad”. Los firmantes constatan la necesidad de apreciar hoy día sus experiencias básicas de sociabilidad, “las relaciones fundadas en la gratitud, que se expresa en la dinámica de ofrecer, recibir, retribuir”. Porque “el cultivo del espacio recíproco tiene la primera experiencia en el barrio donde transcurre la vida cotidiana, como en las zonas rurales y barrios marginales de la periferia, exactamente donde se da la experiencia de las CEBs”.

Por los derechos humanos

Con respecto al III Plan Nacional de Derechos Humanos, debatido en el Gobierno Federal y en el Parlamento, y que presenta diversos temas polémicos, los obispos emitieron un mensaje en el que reafirman que “la promoción y defensa de los derechos humanos son parte del mensaje bíblico y forman parte de la misión de la Iglesia católica en su evangelización, especialmente ante las violaciones que amenazan la dignidad humana”. Los prelados reiteran, asimismo, su posición en defensa de la vida y la familia, de la dignidad de la mujer, del derecho de los padres a la educación religiosa y ética de sus hijos y del respeto de los símbolos religiosos; y se muestran contrarios a la despenalización del aborto, al “matrimonio” entre personas del mismo sexo y a la adopción de niños por parte de parejas homosexuales.

Sobre el momento político actual, los obispos emitieron otro documento en el que reconocen que Brasil vive una etapa importante de crecimiento interno y a nivel internacional, como lugar destacado que ha atraído la atención del mundo. “Eso aumenta su responsabilidad en la relación con otras naciones y hacia la eliminación de las desigualdades sociales, producidas por una injusta distribución de la renta que aún persiste”, advierte el texto episcopal. Sin embargo, los obispos manifiestan su preocupación por los grandes proyectos, especialmente en la Amazonía, que no tienen en cuenta sus consecuencias sociales y ambientales, tales como la central hidroeléctrica de Belo Monte, que se construirá en buena parte dentro de territorio indio en el Estado de Pará.

Voto ético e inteligente

Finalmente, la CNBB ha llamado la atención sobre las elecciones de octubre a presidente, gobernadores, diputados y senadores, como una oportunidad para todos “sobre lo que hay que llevar adelante con responsabilidad y lo que debe ser modificado, en vista de un proyecto nacional con la participación popular”.

Los obispos han animado al pueblo a expresarse como ciudadanos, mediante el voto ético, inteligente y consciente, buscando “superar el desencanto con la política y tratando de elegir a personas comprometidas con el respeto incondicional de la vida, la familia, la libertad y la dignidad religiosa y humana”.

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HOJA DE RUTA CONTRA LOS ABUSOS SEXUALES

El tema de la pederastia, que ha venido ocupando un destacado espacio en la prensa mundial, no pasó desapercibido para la CNBB, cuya Asamblea difundió un pronunciamiento en el que expresa su “compromiso y empeño en la investigación rápida y eficaz de los casos de abuso sexual en la Iglesia”. Los obispos, que reconocen el “mal irreparable” causado a las víctimas y sus familias, piden perdón por ello y prometen redoblar sus esfuerzos para ayudarles a superar “un mal tan grande y sus consiguientes traumas”. Y, para enfrentarse a tales situaciones, sugieren tener en cuenta “tres actitudes”: “Para el pecado, la conversión, la misericordia y el perdón; para el delito, la aplicación de las penas (eclesiástica y civil); para la patología, el tratamiento”.

Con la colaboración de los abogados civiles y canónicos de la propia CNBB, los obispos han elaborado un documento interno que establece las pautas a seguir (para la formación de nuevos sacerdotes, para las diócesis y sus presbíteros y para el Episcopado) en tales circunstancias. Entre las orientaciones que recoge este texto, figuran la suspensión inmediata de las funciones del sacerdote, la colaboración con los organismos responsables de las sanciones civiles y la ayuda psicológica a las víctimas.

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DE CHARCO EN CHARCO, por José Luis Celada


Comenzó reconociendo que la pederastia es “un mal, un crimen que debe ser combatido”, pero el arzobispo de Porto Alegre, Dadeus Grings, acabó metido en tantos “charcos” (que si “la sociedad actual es pedófila”, que si “un adolescente es espontáneamente homosexual”…) que su hermano en Río de Janeiro y portavoz de la última Asamblea de la CNBB, Oraní João Tempesta, hubo de aclarar que cada prelado es “libre de expresarse”. Tranquiliza que sólo sea una opinión, y no el sentir de la Iglesia brasileña, pero muchos se estarán preguntando por qué otras “expresiones” de la libertad de la Iglesia, sin duda menos hirientes, se juzgan con tanta severidad, y la voz de un pastor no se somete al mismo rasero.

En el nº 2.708 de Vida Nueva.

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