Las Iglesias cristianas de Kenia plantan al Gobierno

“Imposible” llegar a acuerdos en puntos clave de la nueva Constitución, como el aborto

El presidente Kibaki

(María Gómez) Hace justo ahora dos años se constituía en Kenia un nuevo gobierno de coalición, entre el partido de Unidad Nacional del presidente Mwai Kibaki y el Movimiento Democrático Naranja del líder opositor y actual primer ministro Raila Odinga. El país intentaba salir del grave conflicto político y étnico derivado de las elecciones presidencias de diciembre de 2007 y que costó la vida a más de 800 personas. Uno de los desafíos primordiales de aquel esperanzador gobierno, la reforma de la Constitución, es lo que actualmente ocupa los esfuerzos de los principales actores políticos y sociales en el país africano, no sin polémica, a causa de dos asuntos principales: el aborto y el reconocimiento de las cortes civiles musulmanas, las llamadas Kadhi courts.

La Comisión Parlamentaria para la Revisión de la Constitución propuso modificar la cláusula que define el inicio de la vida, de modo que ésta no comenzaría en la concepción, sino en el nacimiento. La Conferencia Episcopal de Kenia (KEC, en sus siglas en inglés), que preside el cardenal John Njue, rechazó tal propuesta, porque “es una derrota de la razón y sin duda abre el camino a la legalización del aborto”. Esta postura ha sido reiterada en varias ocasiones en los últimos meses, por parte de los líderes cristianos.

Tribunales islámicos

El cardenal Njue

Además, la propuesta de reforma constitucional –que debería ser aprobada en referéndum popular– añade que “el aborto no está permitido, a menos que, en opinión de los profesionales médicos, sea necesario un tratamiento de emergencia, o si la vida o la salud de la madre están en peligro, o si lo permite otra ley escrita”.

“Si ese artículo se mantiene de esta manera, estaremos obligados, basándonos en razones morales, a informar al pueblo de Kenia para que vote NO”, advierten los obispos en la declaración ¡Levantémonos por la vida!, emitida el 16 de abril, al término de la última Asamblea Plenaria de la KEC.

El otro asunto, el de la legitimación de las Kadhi courts, también levanta ampollas, no por ser un asunto entre cristianos y musulmanes, explican los obispos en esta misma declaración, sino por una cuestión de “igualdad de todos ante el Estado”. “Privilegiar a ciertos kenianos (frente a otros) por razón de su religión, raza o tribu” es “el principio de la discriminación”.

Responsables políticos y de las Iglesias cristianas se han reunido varias veces sin llegar a ningún punto de acuerdo. El 27 de abril, el Gobierno de Kibaki admitía que “ha sido imposible modificar la ley para responder a las preocupaciones de los responsables de la Iglesia”, lo que ha conducido a los representantes cristianos a abandonar la mesa de negociaciones, informa la agencia APIC. “El Gobierno ha sido incapaz de presentar soluciones satisfactorias para responder a las preocupaciones de los miembros de la Iglesia”, declaró el obispo católico Philip Sulumeti, vicepresidente de la KEC.

“Dedicaremos nuestras energías a educar a la población keniana sobre lo que está en juego en los principales temas y a hacer campaña para rechazar el proyecto”, añadió el pastor Peter Karanja, secretario general del Consejo Nacional de Iglesias en Kenia.

En el nº 2.706 de Vida Nueva.

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